Monte Mero y «propiokupas»
Resulta paradójico que la Xunta transforme el Sector SUD 4 del PGOU del Concello de A Coruña, que declaraba como urbana la zona, en un PIA (proyecto de interés autonómico) para construir un 80 % de vivienda pública y un 20 % de privada, especulando a costa del expolio y expropiación a sus propietarios, teniendo para ello que derribar 38 viviendas unifamiliares, en algunas de al cuales incluso vive más de una familia. Viviendas en las que algunos llevan habitando y pagando impuestos más de 50 años. Viviendas y fincas que gozan de agua, luz, alcantarillado, teléfono, internet, carretera de acceso... y que ahora la Xunta va a expropiar como terreno rústico, cuando antes del PIA era urbano, lo que supone una depreciación de las casas de más del 50 % en función de su antigüedad.
Las personas que viven en esas casas son en muchos casos pensionistas y en otros mileuristas que viven cómodamente, con huerta, a la entrada de A Coruña y teóricamente con la vida resuelta. Y ahora va a derribar sus casas, pagándoles una miseria por ellas y por los terrenos, ofreciéndoles reubicación en una parcela en la que tendrán que construir una nueva casa, pedir un préstamo e hipotecarse. Préstamo al que algunos no tendrán acceso por su elevada edad o bajos ingresos, y todo ello, paradojas de la vida, para construir vivienda para otros.
Los residentes están dispuestos a defender su vivienda y terrenos como propiokupas, es decir como propietarios a los que quieren echar de sus viviendas y que se niegan a abandonarlas. Todos sabemos lo difícil que es echar a un okupa o a un inquiokupa y ahora vamos a ver cómo actúa la Administración con los propiokupas. Vivienda pública sí, pero no a costa del expolio y la expropiación. Ángel Regueira.