Los agujeros de la memoria

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Mista-Movistar Plus+ Comunicación | EFE

15 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El título de esta columna es de Orwell. Lo copio de su prolífica novela 1984. Los agujeros son tubos donde se depositan los papeles que no son gratos al régimen. Se destruye la memoria. Se aniquilan los recuerdos. Se controla el pensamiento. Creo que no hemos vivido una época de menor libertad que esta por la que transitamos. Comencé a escribir en la adolescencia, poco después del óbito del dictador. Entonces podías relatar peripecias que ahora son imposibles. Imagine usted que el tiempo nos retrotrae a la época de Luces de bohemia. ¿Alguien recuerda lo que gritaba el grupo de los modernistas sobre Maura, que presidió varios gobiernos antes de la dictadura de Primo de Rivera? Lo que se dice en esa novela sobre los gobernantes de entonces sería irreproducible en el 2025. Acudo a un texto conocido y reconocido. Podría citar centenares de novelas de antaño, desde La Celestina hasta el Pascual Duarte, que hoy no editaría nadie. Impensable una novela «no progresista». No se editan por cobardía. No se trata de la calidad literaria, por supuesto. Se trata, simplemente, del dictamen de la corrección política. Se siente como una losa el peso de estas limitaciones. Los novelistas no pueden escribir desde la absoluta libertad (aunque algunos se nieguen a toda rendición). La libertad solo se entiende desde un lado y el resto, los que no comulguen con el canon cultural imperante, están condenados a la desaparición. Lo he escrito muchas veces. Voy a reescribirlo: la cultura en España (en Galicia mucho más) es ideológicamente de izquierdas o no es. Así de sencillo. Así de trágico.

Han sido cincuenta años de «ideología en vena» (eso digo desde mi desesperanza y escepticismo). Ideología a todas horas. Desde los libros de texto a las banderas alegóricas, que ahora se ven más pero que siempre han estado presentes en el interior, y el exterior, del nacionalismo gallego. Ideología que se inyecta hasta en los medios públicos, pagados por todos. Es normal escuchar a tertulianos que afirman, cometiendo un craso delito de calumnias, que Israel es un Estado «terrorista» (con todas las letras) y genocida. Los muchachos en los institutos piensan que los republicanos eran todos seres angelicales. Si no hablas en género inclusivo (todos y todas) eres tachado de machista. Si te declaras católico y conservador, facha. Si no te gusta Pedro Almodóvar, retrógrado. Si piensas que hay escritores —muy de izquierdas y ecologistas— que su fama está por encima de su obra, eres un frustrado. Si les preguntas retóricamente a los comunistas por qué no se van a vivir a Cuba, ese paraíso de igualdad y prosperidad, más facha todavía. Si afirmas que los autócratas países árabes —que tanto odian a Occidente— denigran a la mujer y persiguen a los homosexuales, ni te escuchan. Han sido cincuenta años en los que la izquierda ha hecho sus deberes, es decir, convertir España en un agujero de la memoria: lo que no interesa, se elimina.