La Fiscalía advierte de la gran cantidad de sobreseimientos y absoluciones en casos de violencia machista debido a fallos en las pulseras antimaltrato, lo que provoca una «potencial desprotección de las víctimas». Si esos dispositivos no funcionan no se puede demostrar que el verdugo se acercó a la víctima y se pierde un elemento probatorio para poder formular acusación. Las exigencias procesales son las que son. La ministra de Igualdad se limita a asegurar que los sobreseimientos y absoluciones por este motivo no llegan al 1 %, por lo que «está resuelto el problema desde prácticamente enero». Menuda disculpa. ¿Conocían las mujeres maltratadas que las pulseras que portaban sus maltratadores fallaban? ¿Se reforzaron las medidas de seguridad debido a estos fallos? Creo que Redondo optó por reservarse información para evitar polémicas en una materia tan sensible.