«El Estado tiene la obligación de proteger su vida y garantizar su retorno seguro»

OPINIÓN

Carlos Luján | EUROPAPRESS

09 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Flotilla: ¿quien paga la fiesta?

En los últimos días se ha debatido ampliamente sobre el uso de fondos públicos para sufragar la repatriación de la flotilla Global Sumud. Es entendible la complejidad moral y política del asunto, pero también resulta necesario recordar que la solidaridad y la responsabilidad estatal no son sinónimos de respaldo ideológico.

Cuando ciudadanos españoles participan en misiones o acciones internacionales —legales o no— y se enfrentan a situaciones de riesgo, el Estado tiene la obligación de proteger su vida y garantizar su retorno seguro. Esa actuación no implica avalar sus causas, sino cumplir con un principio básico de humanidad y con los compromisos que derivan de ser parte de una comunidad nacional.

El debate debería centrarse menos en la oportunidad política y más en la necesidad de establecer límites claros: la ayuda pública debe cubrir la protección y repatriación, pero no las consecuencias económicas o judiciales de acciones personales. Así se protege tanto a los ciudadanos como el interés general.

La compasión no debería confundirse con complicidad, ni la prudencia con indiferencia. Claudina Garbajal. Ribadavia.

Deporte y mercadería

Qué paradoja y contradicción. La UEFA aprueba el partido entre el Villarreal y el Barcelona en Miami, dice que de forma excepcional, si bien añade que está en contra de que los partidos de ligas nacionales se disputen fuera del país de origen; incluso muestra su disconformidad, oposición y aceptación a regañadientes. No se entiende esto, máxime cuando están en contra e la decisión la Liga, la AFE, los clubes y el propio Gobierno y el Consejo Superior de Deportes.

Está claro que todo es un montaje económico y mercantil más que deportivo, por el cual alguien se nutrirá económicamente. Acabarán con el fútbol como evento deportivo, ya lo vienen haciendo con horarios y fechas fuera de lugar y exceso de competiciones. Ángel Santamaría Castro. Bilbao.

El valor de la comunidad educativa

Soy la mama de Irene y Martín, así es como me conocen los niños y familias del parque. Mis hijos son alumnos del CEIP Ramón María del Valle-Inclán (Oleiros), colegio que estos días está saliendo en los medios por la falta de profesorado. Hace tiempo me solicitaron que empezara a colaborar en el ANPA del centro; yo, como muchas familias, al principio me negaba porque no tenía tiempo (dos niños, trabajo a turnos, la casa, un marido que viaja…). Un día, tras ver a mis compañeras agotadas, me puse manos a la obra.

Formar parte del ANPA me permitió descubrir la importancia de la comunidad educativa, de la que todos formamos parte aunque no nos lo parezca (profesores, alumnos, familias, servicio de limpieza, monitores de comedor, conserjes del centro, concello…). En mi centro estamos trabajando mucho para solucionar el problema del profesorado, ya que nos entristece y enfada que nuestros hijos no tengan derecho a una enseñanza de calidad como se merecen. Con esta carta quiero dar las gracias a todos aquellos que nos apoyan en las movilizaciones. Raquel Saavedra Cabo. A Coruña.