Argentina en la encrucijada

Raymond Torres DIRECTOR DE COYUNTURA Y ANÁLISIS INTERNACIONAL DE FUNCAS

OPINIÓN

CONTACTO vía Europa Press | EUROPAPRESS

01 nov 2025 . Actualizado a las 13:07 h.

Milei ha vencido en las urnas, pero no acaba de dar con la pócima para erradicar los males endémicos que lastran su economía, empezando por la inflación. Los avances cosechados por el presidente libertario en materia de contención de los precios, una de las claves de su éxito electoral, se deben en parte a la reducción del déficit fiscal y en parte a la sobrevaloración del peso o retraso cambiario. Esta es una práctica que, si bien ha permitido aminorar la inflación importada, también ha provocado una pérdida de competitividad, el desplome de la inversión productiva y la cuasi desaparición de las reservas de cambio.

Los dólares frescos prometidos por la Administración norteamericana solo pueden aportar un alivio transitorio ante la sobrevaloración de la moneda. Los mercados lo saben y apuestan por un próximo (y necesario) ajuste del tipo de cambio, operación que cuando se produzca redundará en un nuevo brote inflacionario. Si el proceso se realiza de manera ordenada, es decir, con bandas de fluctuación realistas y con el apoyo combinado del FMI y de los fondos de Trump, el repunte de la inflación sería manejable, al tiempo que la economía recuperaría algo de competitividad.

De momento, sin embargo, el Ejecutivo prefiere diferir la decisión y centrarse en dos reformas que pretenden estimular el crecimiento y revertir el declive de la inversión. Por una parte, una reforma laboral que pasa por el debilitamiento de los convenios colectivos, la fijación de los salarios según el mérito individual y, probablemente, la pérdida de peso de los sindicatos en la fijación de las condiciones laborales. La otra reforma es la tributaria y consiste en simplificar el sistema, reduciendo toda una serie de impuestos con un impacto incierto en el ya de por sí frágil equilibrio presupuestario. De modo que no se puede excluir una nueva ronda de recortes de gastos en un país donde la tasa de pobreza supera el 30 %.

En todo caso, estas reformas solo pueden incidir a medio plazo. Entretanto, los mercados protagonizan la coyuntura y sus expectativas están muy influenciadas por la voluminosa deuda contraída con el FMI —unos 41.000 millones de dólares— y por cómo afrontar los próximos plazos si la economía no es capaz de generar de manera autónoma una potente entrada de divisas, mediante una recuperación de las exportaciones que está por venir, o gracias a la inversión extranjera. Argentina no ha salido del atolladero, pese al rescate de Trump.