La televisión y los libros

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

Karlos Arguiñano
Karlos Arguiñano Javier Etxezarreta | EFE

16 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo desde la robusta posición de quien tiene un trono de hierro reservado en el altar de la televisión es posible encarar con humor esa controvertida presunción que, tras los palmarés más recientes, sostiene que los rostros populares de Antena 3 pueden gozar de cierta prioridad a la hora de alzarse con el millonario premio Planeta. La pantalla ha sido desde tiempos inmemoriales un escaparate bien situado a la hora de dar el salto a las páginas de papel y un puente para conectar con el espectador fiel y convertirlo en lector.

Riéndose de toda la polémica e incluso de sí mismo, desde su condición de chef que sazona cada día la cocina con sus chistes, Karlos Arguiñano no tuvo necesidad de contenerse estos días a la hora de bromear con la mano que le da de comer. Libre como el viento y con su enésimo recetario en la mano, casi seguro superventas de las próximas Navidades, propinó un pellizco a dos manos al triunfante Juan del Val y a su propio grupo de comunicación al asegurar que el día menos pensado el flamante ganador del Planeta podría ser él. Si la cantidad de libros vendidos fuese un valor, méritos no le faltarían. Sus compendios de elaboraciones económicas y sin artificios aspiran a seguir coronando, otro año más, las listas de los famosos catódicos que más ejemplares despachan.