¿Más facultades significa tener más médicos? No

Ángel L. Fernández JEFE DEL SERVICIO DE CIRUGÍA CARDIOVASCULAR DEL HOSPITAL DE SANTIAGO. CATEDRÁTICO DE CIRUGÍA

OPINIÓN

MARCOS MÍGUEZ

02 dic 2025 . Actualizado a las 09:41 h.

Galicia cuenta con la facultad de Medicina más grande de España en número de estudiantes, con 403 nuevos ingresos al año. Las prácticas clínicas se realizan en hospitales y centros de salud del Sergas. Supongamos que se abren dos nuevos grados de Medicina, uno en la Universidade da Coruña y otro en la de Vigo. Como es natural, las prácticas clínicas se realizarán siguiendo criterios de adscripción geográfica de los campus. La Universidade da Coruña impartirá prácticas clínicas en Ferrol y A Coruña y podría acoger a unos 130 estudiantes de nuevo ingreso. Esta cifra no es casual: es similar a las facultades de Cantabria (124) y Oviedo (165), cuyos hospitales son de tamaño similar al de A Coruña.

La Universidade de Vigo impartirá prácticas en los hospitales de Pontevedra, Ourense y Vigo y podría acoger unos 170 estudiantes de nuevo ingreso, número superior al de A Coruña porque la dotación hospitalaria es mayor.

Santiago deberá reducir el número de estudiantes a unos 160 de nuevo ingreso, pues solamente dispondrá para las prácticas clínicas de Lugo y Santiago.

En conjunto, estos tres hipotéticos grados sumarían 460 estudiantes de nuevo ingreso al año, 57 más que los actuales.

¿Cuánto cuesta un grado de Medicina? Quizá sea orientativo el coste previsto para el futuro grado de Medicina de La Rioja, calculado para 45 estudiantes de nuevo ingreso: un edificio de 32 millones y unos 4 millones al año para mantenimiento y personal. Es seguro que el presupuesto para A Coruña y Vigo triplicará el de La Rioja. Un despilfarro para un discreto incremento de 57 graduados. Es preferible un uso más eficiente de los impuestos que pagamos.

Como facultativo del Sergas creo que existen otros modos más útiles de invertir el dinero público; por ejemplo, mejorando la dotación de los centros de salud, facilitando la autoconcertación para reducir las listas de espera o fidelizando al personal facultativo y de enfermería.

Se puede argumentar que el uso eficiente de los recursos no solo debe centrarse en el dinero, sino también en el capital humano. Es cierto. En mi opinión, la experiencia de los facultativos de los hospitales de A Coruña y Vigo está desaprovechada, aunque cuentan con 42 acreditados y varios funcionarios docentes de las universidades de A Coruña y Vigo.

Descartados, por ineficientes, dos nuevos grados, ¿cómo pueden participar plenamente los facultativos de los hospitales de A Coruña y Vigo en la formación de los futuros médicos? La respuesta es sencilla: descentralizando la docencia de 4º, 5º y 6º cursos en unidades docentes hospitalarias.

Los últimos días se ha extendido el rumor de que descentralizar reduce la calidad de la docencia. Nada más alejado de la realidad. La descentralización en unidades docentes evita la grave masificación actual y es el modelo adoptado por las universidades cuyas facultades de Medicina ocupan los primeros puestos de ránking nacional (Barcelona, Autónoma de Madrid, Complutense, Autónoma de Barcelona).

Descentralizar tiene inconvenientes. Destaca el elevado coste derivado de la incorporación de profesorado a los hospitales de A Coruña y Vigo sin que estas contrataciones afecten a la dotación de Santiago, actualmente muy reducida en algunas áreas como Traumatología. No obstante, el esfuerzo económico de la descentralización es unas 80 veces inferior al de implantar dos nuevos grados. La distribución del estudiantado entre las unidades docentes es un tema relevante y debería hacerse en base a criterios de procedencia geográfica y expediente académico, respetando los principios de transparencia y mérito. El estudiantado desplazado a Vigo o A Coruña con asignaturas pendientes de cursos anteriores merecería especial atención.

A pesar de los inconvenientes, en mi opinión, una descentralización adecuadamente articulada supondrá, sin duda, una mejora del grado de Medicina de la Universidade de Santiago.