El Concello de Ourense busca unpacto social para acabar con el vandalismo

Antonio Nespereira OURENSE

OURENSE

El 30% de la Concejalía de Medio Ambiente se dedica a reponer daños en espacios públicos Los tres grupos de la corporación local están dispuestos a colaborar para erradicar el problema

21 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

EL CAMPO DE BATALLA. El espacio público (en la imagen la Alameda) es el escenario de una guerra en la que gana quien más destrozos hace. Parques, contenedores o fachadas sufren los desahogos de los vándalos. ?l problema del vandalismo urbano, aún sin ser en la capital ourensana más grave que en otras ciudades del entorno, parece que ha movilizado a las instituciones, partidos políticos y colectivos sociales. La estampa habitual, sobre todo después del fin de semana, con importantes daños en los espacios públicos, ha supuesto una llamada al consenso para tomar medidas y actuar. Cada lunes, a media mañana, los capataces de las zonas verdes bajo responsabilidad del Concello entregan el mismo parte: farolas rotas, contenedores de basura quemados, pintadas y un largo etcétera son el reflejo de un fin de semana plagado de excesos. Desde el Concello de Ourense se ha decidido intervenir, por el momento desde el voluntarismo, más que desde las medidas concretas. El grupo de gobierno está dispuesto a implicarse en una solución, buscando para ello la implicación de la oposición. Enrique Novoa, concejal de Medio Ambiente, recuerda que el 30% del presupuesto de este departamento se va para reponer los daños ocasionados por actos vandálicos. Medidas policiales Una mayor persecución policial de este tipo de delitos es una de las propuestas más socorridas, con las que no coincide el responsable de la concejalía. Nóvoa recuerda que «a nadie le gusta estar siempre vigilados por la policía y tampoco puede haber un agente detrás de cada uno de nosotros por si delinquimos». Su invocación es más amplia y comienza por una llamada a la educación «puertas adentro», es decir, en casa. El edil señala que el vandalismo es un problema social que implica a las familias: «No sé si muchos padres o abuelos pueden estar tranquilos en sus casas sin saber qué hacen sus hijos o nietos, algunos menores, una noche a las cuatro de la mañana». Propone implicar a toda la sociedad en el debate y tomar medidas desde el punto de vista político e institucional de acuerdo con los demás grupos municipales. El BNG ha recogido el guante. Antón Gómez, concejal de esta formación, es partidario de adoptar medidas multidisciplinares desde el punto de vista institucional, pero también social. Estarían de acuerdo en colaborar con el gobierno local, pero entienden que «as medidas policiais non chegan», proponiendo que los infractores sean reeducados y repongan los daños que causen. Eladio Fernández, concejal del PSOE, sí es partidario de una mayor persecución policial -ya demandada por este grupo en varios plenos municipales- y «ser mucho más rápido y ejemplar en la imposición de las sanciones». El concejal reconoce que este asunto requiere un gran pacto social y político que abarque a profesores, padres y partidos «porque parece un grave error que permanezcamos de brazos cruzados observando como todos los días se habla de graves daños en la ciudad sin que hagamos otra cosa que lamentarnos».