«Lo importante son las personas, el dónde es lo de menos»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE

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Entrevista | Eladio Fernández Vázquez Este abogado de 49 años tiene a sus espaldas una amplia trayectoria política y acumula cuatro años de experiencia como concejal en el Concello de Ourense

30 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?ladio Fernández es consciente de que habrá quien crea que su cambio de Ourense por San Cibrao es una imposición y también quien le reproche que ni sus orígenes ni su vida privada tenían hasta ahora vinculación con el municipio que aspira a gestionar, pero asegura que nada de eso le importa mientras él se sienta ilusionado. -Me animé a dar el paso porque ya tenía un conocimiento profundo de todos los concellos limítrofes a Ourense, a raíz del cargo de secretario comarcal que venía desempeñando. Además, en mi actividad profesional como abogado tengo mucha relación con empresarios del polígono, lo que me ayudó a conocer también la situación de un sector que es muy importante para el futuro de este concello. -¿Quién se lo propuso? -Los primeros fueron los propios tres compañeros que ya estaban trabajando en San Cibrao como concejales. Y la verdad es que el hecho de que saliera de ellos me anima muchísimo porque refleja que ellos ven en mí a la persona que puede liderar un proyecto nuevo para San Cibrao. Luego ya más formalmente me lo propusieron desde la organización del partido. La verdad es que me sentí encantado porque me gustan los retos y esto lo es, porque aquí hay mucho por hacer. La verdad es que estoy ilusionado y siento que estoy pasando los mejores momentos de mi vida política. -Usted no reside en San Cibrao ni es nativo, ¿cree que eso será usado por sus contrincantes políticos? -Yo actualmente vivo en Barbadás, aunque ya estoy buscando para irme a vivir allí, al margen de si conseguimos el gobierno. He descubierto que es un sitio ideal para vivir. De todos modos, yo entiendo que las personas que entramos en política somos ante todo servidores públicos y ayer serví en Ourense como mañana lo haré en San Cibrao, y como si pasado hay que hacerlo en Kenia. Si te gusta darte a la gente eso te da igual, porque lo importante son las personas y trabajar para mejorar su situación, el dónde es lo de menos. Creo que el que no tiene ese sentimiento no sirve ni en su casa ni fuera, y si alguien quiere usar el que yo no soy de allí es su problema. La gente que me conoce ya sabe qué pensar y lo que yo detecto es que la gente me recibe de maravilla. Quizá porque perciben que tienes ganas de hacer cosas y eso es lo que les importa. -¿La experiencia adquirida en Ourense le servirá de algo en San Cibrao? -Eso siempre, porque la experiencia que vas acumulando es muy importante. He vivido estos cuatro años con mucha intensidad y trabajando en el área de Régimen Interior en la que se aglutina toda la fontanería municipal. -¿Siente que retrocede por pasar de una ciudad a un municipio pequeño? -No. Puede haber quien piense que es ir hacia atrás, pero yo me siento justo al contrario. Para mí que tenga cien mil o cinco mil habitantes no es lo importante, porque al final para lo que trabajas es para mejorar la vida de las personas, no importa cuántas sean. La de Ourense es una etapa cerrada y esta es otra distinta que comienzo con la misma ilusión o incluso más. Yo la vida sólo la sé vivir con ilusión, sino no viviría. -En el supuesto de conseguir la alcaldía ¿qué tarea afrontará primero? -Me preocupa que en este municipio hay dos mundos completamente separados: el industrial y el de la gente que vive allí, los cuatro mil ciudadanos que están en un mundo al que todavía no llegó el progreso. Es chocante, teniendo como tiene una riqueza enorme, que haya carencias de todo tipo mientras concellos limítrofes sin tantos recursos están muchísimo mejor. Desde infraestructuras hasta servicios, pasando por el transporte o atención a los jóvenes o a los mayores, está todo por hacer. Por eso la gente no se queda. Por eso hay ocho mil personas trabajando en un concello que sólo tiene cuatro mil habitantes. Hay que aprovechar la potencialidad de los parques industriales y, si se hace una buena política de vivienda y de servicios, yo estoy completamente convencido de que mucha gente viviría aquí.