Aspanas construirá en su residencia de A Peroxa un centro de terapias acuáticas abierto a todo el mundo
07 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El año que viene Aspanas comenzará la construcción de un centro de rehabilitación terapéutico que complementará el servicio que actualmente ofrece la residencia Amencer, que la asociación gestiona en A Peroxa.
Sin embargo, el proyecto va más allá de una mejora del servicio, ya que pretende dar cobertura a las necesidades de todas las personas de A Peroxa y concellos limítrofes, sean o no dependientes o discapacitados.
Precisamente eso convierte en pionero a este proyecto de la asociación, que quiere no solo incrementar la calidad de vida de sus usuarios, sino también servir de impulso social al entorno rural, donde espacios de este tipo no son en absoluto frecuentes.
De ahí que el Concello de A Peroxa, en el que se ubicará la instalación, esté especialmente satisfecho con la iniciativa y la respalde plenamente.
Abierto al público
El centro de rehabilitación terapéutica consiste en una piscina cubierta en la que hay diferentes circuitos de agua, adaptados a distintas necesidades y con la posibilidad de ser usada para la natación.
Se prevé planificar horarios de apertura y de actividades en función de las necesidades de los residentes de Amencer, unos treinta, así como de los habitantes de los concellos cercanos.
Evidentemente, para un proyecto de tal envergadura es imprescindible la financiación. Por eso Aspanas procura dar a conocer su proyecto a las diferentes administraciones.
Ayer, la secretaria xeral de Familia e Benestar, Susana López, acudió a Ourense a conocer de cerca el proyecto y sus necesidades, así como las instalaciones ya habilitadas en A Peroxa, correspondientes a la residencia.
Previamente, Susana López visitó las pozas de Outariz, de cuyo mantenimiento y limpieza se ocupa un grupo de usuarios de Aspanas, así como de la gestión de la cafetería de la zona termal.
Un recinto, por cierto, cada vez más frecuentado por los bañistas. La combinación de atención esmerada, sabrosos pinchos y buenos precios hace que, a veces, los encargados del local se vean desbordados.