Ourensano que (ya no) vienes al mundo te guarde Dios, uno de los dos Baltares ha de helarte el corazón. No nacen porque sus mamás se fueron a procrear a otras tierras. En una extensión como la de nuestra provincia en Holanda viven 3,5 millones de habitantes. Con menos tierra, anegados en agua y peor clima. Nosotros tenemos mil ríos, valles, bosques, etcétera. ¿Qué nos falta? Un líder que crea en esta tierra y en sus gentes. Si este dirigente nos concentra las tierras para que se puedan trabajar, esta provincia tiene un futuro esplendoroso. ¿Qué nos va a dejar el señor Baltar Pumar en herencia cuando se jubile dentro de cinco años? El catamarán, la Escuela de Gaitas (fundada por su predecesor) y un sinfín de victorias electorales que nos situaron en las más altas cotas de la mediocridad, y con un 25% de ourensanos menos. Eso sí, su poder es omnímodo e incuestionable, hasta Pachi Vázquez lo imita. El hijo Baltar Blanco nos promete aún más burócratas: valedor do afiliado, plan de formación de políticos locales, comités de alcaldes, consello consultivo asesor, comité de presidentes comarcales, observatorio económico provincial, etcétera. Que lo vigilen, porque acabará implantando un sóviet.