«Tránsfuga» y mudo. Eladio Fernández pasó en poco tiempo de denunciar graves irregularidades de Elisa Nogueira en San Cibrao a entrar junto a ella a los plenos de la Diputación, como se observa en la imagen. Ayer, el «tránsfuga», como lo denomina la oposición, escuchó los reproches de PSOE y BNG por haber representado a la institución en la reunión de una fundación. No respondió. Lo hizo Baltar por él, del mismo modo que decide por él a la hora de votar a favor o en contra. | santi m. amil
Los 800.000 euros que la sociedad urbanística de la Diputación (UrbaOurense) gastó en la compra de un solar en el barrio de O Couto para la construcción de viviendas prometen crear polémica política e incluso judicial. «Eu xa estaría procesada», dijo ayer la concejala de Urbanismo de la capital y diputada provincial Áurea Soto cuando relataba al pleno de la institución las supuestas irregularidades cometidas durante el proceso.
Estas hacen referencia, según dijo la edila socialista, a la falta de informes técnicos que sustenten la compra del solar y el precio que se pagó por él. Solo existe, explicó, un informe del gerente de UrbaOurense y eso, a su modo de ver, no es suficiente. La carencia de esos documentos «non é baladí porque fai arbitrario o proceso de adxudicación», añadió Soto, que, aunque no se mostró partidaria de judicializar el asunto, advirtió que exigiría los citados informes en el consejo de administración de la sociedad urbanística.
Este asunto salió ayer a colación en el pleno de la Diputación a raíz de una moción presentada por el BNG. En realidad, aunque los nacionalistas también criticaban la falta de una tasación independiente del solar, el Bloque hacía hincapié en el elevado precio que a su juicio tendrán los pisos, reclamando que se redujera y que su adjudicación se realizara a través del Instituto Galego de Vivenda e Solo y no con los criterios propios de la Diputación, que levantarían «suspicacias», según dijo del nacionalista Xosé Manuel Fírvida.
El portavoz del grupo de gobierno, Plácido Álvarez, dijo que «as interpretacións xurídicas son variopintas» y que considera perfectamente documentada la compra de O Couto. Por otro lado, aseguró que el precio del metro cuadrado -1.773 euros como máximo- será inferior al del mercado libre, que oscila entre los 2.500 y los 3.000 euros, según precisó.