El bipartito anticipó a los sindicatos la implantación de la huella digital
01 jul 2012 . Actualizado a las 07:30 h.El horario de trabajo de los empleados del Concello de Ourense, funcionarios o personal laboral, será objeto de un control más estricto que en la actualidad. Hasta ahora es a los jefes de servicio a quienes corresponde vigilar que los trabajadores cumplen el horario y no abusan ni a la hora de entrar, ni en los descansos, ni en la hora de salida. No existe ningún otro medio de control normalizado, ni siquiera la firma, cuya petición es potestad del responsable del servicio. El reciente compromiso entre sindicatos y gobierno municipal para la revisión del acuerdo regulador, rechazado por CSIF y aceptado por USO, CIG, CC. OO. y UGT, ha dejado expedito el camino para la implantación de un sistema de control horario con huella digital, similar al que está a punto de empezar a utilizarse en el Concello de Lugo. La concejala de personal dejó claras las intenciones del gobierno municipal en este sentido, que fueron tácitamente aceptadas por los representantes sindicales.
Más de 15.000 euros
Los primeros pasos, de hecho, ya están dados. Los servicios informáticos del Concello ya ha estudiado la implantación del sistema y también se han solicitado, a modo de sondeo y sin carácter oficial alguno, borradores de presupuesto para evaluar el impacto económico de la medida. En un primera aproximación se calcula que serán necesarios entre 15.000 y 20.000 euros para la adquisición y puesta en servicio de los equipos que permitan controlar los horarios de entrada y salida de los funcionarios con un equipo que identifica las entradas y salidas con su propia huella digital.
Pedir a un compañero que pase la tarjeta de identificación por la máquina no será posible con este sistema. Será necesario colocar el dedo sobre un lector.
La experiencia en otras capitales gallegas no ha sido, de todos modos, fácil. En Lugo, con los equipos instalados desde hace casi dos años, se hará en pruebas desde este verano. Se introducirá directamente la huella digital, como previsiblemente ocurrirá en Ourense. Esta posibilidad ya fue presentada de manera expresa en reuniones de los representantes sindicales con la concejala responsable de personal y recursos humanos.
La aparente aceptación permite augurar que en Ourense no ocurrirá como en el Concello de Vigo, donde se intentó implantar este mismo sistema de huella digital. No se logró debido al gran revuelo y la queja que la iniciativa provocó entre los trabajadores públicos. Se mantiene, por ello, el clásico método de la tarjeta personal, con la que deben fichar los funcionarios tanto al entrar y al salir como cuando lo hacen en medio de la jornada laboral.