El alcalde de Ourense cree que una imputación «non debe levar aparellada a dimisión»

PEPE SEOANE OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Agustin Fernández pide al PSOE y a los demás partidos una reflexión a raíz de la nueva situación del alcalde de Lugo

16 nov 2012 . Actualizado a las 16:27 h.

El alcalde de Ourense, el socialista Agustín Fernández Gallego, no cree que un cargo político deba dimitir en el momento en que se produce una imputación judicial personal. En la misma línea que el regidor ourensano ha mantenido a raíz de la imputación de su antecesor, Francisco Rodríguez, en la operación Pokemon, Fernández Gallego ha salido en amparo del regidor de Lugo, José López Orozco. Con una declaración previa de respeto a la independencia judicial, invita el alcalde de Ourense a una reflexión sobre el impacto político de las imputaciones judiciales y sostiene que en las fases «tan incipientes» de los procesos no se deben reclamar dimisiones ni ceses, com ahora como el alcalde de Lugo.

Agustín Fernández pone como ejemplo, en apoyo de sus tesis, el llamado caso de los paneles de Ourense, por una frustrada adjudicación de un servicio público sin concurso en el 2008, que condujo a la renuncia de dos extenientes de alcalde y un excargo municipal en el BNG durante el mandato de la anterior corporación local, ahora absueltos por la Audiencia Provincial. «O caso dos paneis nos ensina que ao final imos deixando polo camiño un regueiro de cadáveres políticos e persoais. E despois os danos son imposibles de reparar», afirmó en la alcalde de Ourense.

Ser imputado, argumenta el regidor ourensano del PSOE, «se configura como unha garantía nesta fase inicial dos procedementos, para que podas ir acompañado dunn abogado e poder acollerse ao dereito a non declarar, e eso non debe levar aparalleda a dimisión». El alcalde de Ourense pide al PSOE «que reflexione sobre estas cuestións», propuesta que extiende a los demás partidos, pues, en su opinión, «o alcalde o que ten que facer e defenderse con todos os medios ao seu alcance e esperar a outro momento posterior no que si se poida plantear a súa dimisión. Ten que estar a presunción de inocencia por encima de todas as cousas».