Tus esfuerzos, estimado exalcalde de Ourense, por defender tu cuestionada honradez me recordó una situación similar vivida en el Concello de Ourense en el 2005 con Cabezas en la alcaldía y tú en la oposición. Entonces le habías exigido al regidor del PP un estriptís de su vida patrimonial para justificar la construcción de una casa. Ahora te toca aplicarte idéntica medicina. Le decías a Cabezas, con razón, que «vostede ten que ter os bolsillos de cristal». No sé si te queda algo de aquel espíritu justiciero tras pasar, en menos de una década, de acusador de corruptelas ajenas a reo de corruptelas propias. En las entrevistas que prodigas, no aparece ni un dato. Solo verbosidades del estilo «todo es una patraña y una sarta de mentiras». Ni una palabra de disculpa ante la ciudadanía, ni una frase lamentando el descrédito al que llevaste al Concello de Ourense. No has tenido los arrestos de Liñares, tu compañero de Lugo, para decir como él «me arrepiento de lo que hice, sobre todo en un momento en el que tantas personas lo pasan mal y no tuvieron el privilegio de un puesto como el mío». Tú te lanzaste a negar las evidencias plasmadas en papeles y grabaciones sin reparar que le debes a los ourensanos las mismas explicaciones que en su día le exigiste a Cabezas.
¿Qué propiedades tenías en el 2007 y cuáles hoy? ¿Tenías en el 2007 los 256.000 euros que te encontró la jueza en el 2012? ¿Ves normal que en plena crisis financiera a ti, con 60 años, te den una hipoteca de 307.650 euros, a 35 años, del 100% del precio, cuando los bancos se la niegan a la mayoría? ¿Quién te la dio? ¿Quién te pagó el viaje a Río de Janeiro? ¿Y a Argentina? ¿Tuvieron, antes o después, los patrocinadores de tus viajes, algo que ver con el Concello? ¿Cómo teniendo el sueldo más alto de tu vida (72.000 euros/año) tenías que recurrir habitualmente a tapar descubiertos en tus cuentas con ingresos en metálico? ¿Es ejemplo del buen gobierno que se le exige al que gobierna el dinero de todos? ¿Por qué tapabas, por ejemplo, un descubierto el 18 de mayo, con 1.950 euros y dos días después, otro de 2.000 euros, y así sucesivamente? ¿Te parece honesto que sean contratadas al mismo tiempo tu compañera y tu hijo en Aquagest y la del jefe de Aquagest en el Concello? ¿No te hubiese gustado pasar a la posteridad, como Lores en Pontevedra, por prohibir los regalos y que los de Vendex dijesen que se iban de Ourense porque al llegar tú les pasaba como en Pontevedra, que no «encontraban a nadie para corromper»? Se me termina el papel pero no la sensación de desazón que me produce tu contumacia en presentarte como adalid de la honestidad. Me recuerdas la fábula del rey desnudo. ¿Quién te dice que los ourensanos aplaudimos la hermosura de tu desnudez ética y aborrecemos la justiciera de Pilar de Lara? Si un día engañaste a tus vecinos («poñereime o salario idéntico ó que teño agora como traballador do ensino (45.000 euros/año») y te fijaste los 72.000 euros que tanto habías censurado a Cabezas, ¿por qué hay que creerte ahora? Lo haré con gusto cuando en vez de palabras exhibas documentos que las avalen.