El consejo del Ribeiro reconoció sin ir al juzgado que el despido de su ex director técnico fue improcedente
OURENSE
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Expulsado en junio y luego indemnizado sin ir al juzgado, aún mantiene su nombre en el organigrama de la página web oficial
31 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El ex director técnico del consejo regulador del Ribeiro, Pablo Vidal, fue despedido por acuerdo del pleno el 20 de junio. El acto de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraxe e Conciliación (SMAC) de la Xunta, paso previo de trámite antes de que un asunto de este tipo llegue al juzgado de lo social, dejó como resultado la admisión por el consejo de que era un «despido improcedente». Al ver reconocida su reclamación, incluyendo antigüedad en mayo de 1999, a Vidal le pagaron lo que pedía para acabar con el conflicto. Pese a ello, en la página web oficial del consejo aún figuraba ayer Vidal Rodríguez como director técnico.
Esta última situación resulta llamativa ya no solo por la importancia que el consejo concede a este canal de información, que actualiza con noticias sobre visitas y sobre sus planes y acciones promocionales, sino por el especial interés que algunos vocales -representantes de las bodegas que manejan más volumen- habían mostrado para despedir al técnico del consejo regulador.
El hecho de que posteriormente, en el acto de conciliación celebrado en el SMAC a finales de julio, la gerente del consejo hubiera aceptado sin más que se trataba de un despido improcedente, sin llegar siquiera a discutir las razones en un juzgado, ha causado sorpresa en medios del sector, por su aparente arbitrariedad. En esas fuentes se resalta que los despidos en órganos de este tipo requieren visto bueno de la administración.
La decisión de echar al ex director técnico, que el consejo no ha defendido en el juzgado, coloca en delicada posición a los técnicos e inspectores (veedores, puesto en el que Vidal empezó en el consejo). El precedente sugiere que la mera falta de sintonía puede conducir a un despido, sin causas objetivas, para admitir luego su improcedencia.