Ourense cerró el 2017 con el precio del combustible entre los más caros del país
OURENSE

Los empresarios del sector lo atribuyen al céntimo sanitario que cobra la Xunta de Galicia
10 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Pasar por una estación de servicio es hoy más caro que hace un año. La escalada de precios que han sufrido los combustibles en los últimos meses ha provocado que ahora los conductores tengan que rascarse un poco más el bolsillo para llenar el depósito de gasolina pero, de todos modos, hacerlo en Ourense es siempre un poco más caro que en otro lugar. Así, la provincia cerró el año pasado siendo la cuarta de España con los precios de gasóleos más caros, tal y como reflejan los informes del Ministerio de Energía. Eso sí, se trata de una situación que se extiende al resto de provincias gallegas -Pontevedra y Lugo ocupaban el segundo y tercer puesto de esa tabla, y A Coruña el quinto- y que los empresarios del sector atribuyen a un impuesto autonómico. «En Galicia nos perjudica el céntimo sanitario», admite Miguel Ángel Salceda, socio de la estación de servicio V21, de Cepsa, en la capital ourensana, que recuerda que «pagamos un impuesto a la Xunta que en otras provincias no se abona y que, por litro, puede llegar a suponer una diferencia de casi seis céntimos».
Cree el profesional que esta situación «nos perjudica a todas las estaciones de servicio» y sostiene que puede provocar escenarios de desventaja en establecimientos que se encuentran en los límites entre Ourense y provincias como Zamora o León, donde no existe este tributo y, por lo tanto, los combustibles tienen un precio más barato. «Puede haber casos en los que una gasolinera esté muy cerca de la otra, y sin embargo la que se encuentra en suelo ourensano tiene el precio más caro. Eso la coloca en una situación de desventaja», dice.
Y eso ocurre. Ayer mismo, según la web de combustibles del Ministerio de Energía, el litro de gasoil más barato de Ourense estaba en 1,095 euros, mientras que en Zamora y León el precio era de 0,993 y 0,999 euros, respectivamente.
A pesar de esta situación, Miguel Ángel Salceda dice que en los últimos días los precios están «bastante estabilizados», si bien son más caros que hace doce meses. «Respecto al 2017, han subido», admite. «Marcamos los costes según la cotización del mercado», asegura Salceda, que tilda de «leyenda urbana» los incrementos que siempre se atribuyen a los lunes. «Eso no se hace, o al menos nosotros no», dice.
Asegura, asimismo, que las subidas de precio no suelen afectar al consumo porque «la gente necesita el vehículo» y asegura que el efecto de las estaciones de servicio low cost es limitado. «Las diferencias de precio provienen del tipo de combustible, que en el caso de las de bajo coste no es que sea malo, sino que no tiene aditivos», explica. Lo que aportan esos aditivos -generalmente detergentes y lubricantes- es que los motores desarrollan un funcionamiento más óptimo «porque están más limpios y lubricados». «Creo que la gente se ha dado cuenta de que nadie te regala nada; a priori puede parecer que todas las gasolineras ofrecen lo mismo, pero luego resulta que eso no es así. Lo que vendemos las de marca es un producto mejorado», advierte.