José Antonio Viñas Mira creó Queixumes dos Pinos, que en 2019 celebrará 25 años, cuando tenía 16
29 dic 2021 . Actualizado a las 22:41 h.La agrupación Queixumes dos Pinos celebrará el año que viene medio siglo de vida. Pasaron 25 años desde que un chico ourensano de 16 decidió comenzar una aventura que fue creciendo exponencialmente y que a día de hoy es su profesión. José Antonio Viñas Mira (Ourense, 41 años) echa la vista atrás y todavía se sorprende del camino andado. «Llevo toda la vida en esto. Ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado todo lo que ha pasado en estos 25 años», dice.
El Xardín de O Posío es su lugar de referencia en la ciudad y tiene mucho que ver con su infancia: «Mi madre tenía una tienda en la calle Padre Feijoo y cuando era pequeño y podía me venía a ver los pavos y los patos que había por aquí». Estudió en el colegio de Mende, más tarde se desplazó al instituto de As Lagoas y acabó la carrera en la Facultad de Ciencias. Su amor por el folclore, la música y el baile le viene de muy pequeño. Y aunque no llegó a conocer a su abuelo, su madre le explicó que tiene mucho que ver: «Era un hombre al que le gustaban las fiestas y hacía música con lo que fuera».
José Antonio Viñas empezó a tocar la flauta en el colegio y con ocho años ingresó en el conservatorio, donde inició los estudios de solfeo y comenzó su formación musical. Con 11 años su madre le animó a bailar. «En ese momento para un chico bailar era algo raro. Pero probé. Me apunté en la escuela de danzas de la Diputación y le cogí gusto. Me encantó». Y con 16 años inició la aventura de Queixumes dos Pinos en un bajo de su casa de A Derrasa, junto a un amigo. «Siempre he tenido mi manera de hacer las cosas y de entenderlas. Quería hacerlo de una forma diferente y mis padres me apoyaron», afirma. Al poco tiempo trasladó la actividad a la capital, mientras seguía sus estudios. Se desplazó a O Couto, y en un bajo continuó con la actividad. «Ahí fue realmente cuando empezamos a crecer». Y en ese tiempo acabó sus estudios universitarios. «Aunque luego no me dediqué a nada de Ciencias, no me arrepiento. La facultad fue una escuela de formación importantísima. Me valió la pena. Vivir hoy en día de la música y la danza es realmente complicado y siempre es bueno tener otras cosas», explica.
Calcula que más de mil alumnos pudieron pasar durante este tiempo por sus aulas. «La mayoría son de Ourense, pero viene gente de otros concellos que quieren estar con nosotros y formar parte del grupo. Todas las agrupaciones tienen altibajos. Cuando llegamos a Ourense éramos seis o siete personas. Empezamos a dar clases en colegios y se fue sumando gente».
Comenzaron con las de baile y de gaita, canto y pandereta. En la actualidad hay varios grupos de baile y pandereta, de percusión, de gaita, de guitarra, cantos de taberna, manualidades, construcción de decorados... Además, José Antonio dirige y coordina varios festivales en otros puntos de España e incluso internacionales.
Creó en la capital el festival de folclore xuvenil Queixumes dos Pinos -que ya no existe- y al cabo del tiempo empezó la aventura en otras ciudades españolas. Era el año 1999. En ese momentos se abre para Jose Antonio Viñas Mira el mundo del folclore en grandes letras. «Conocí en ese año a Sandra Piccini, que organizaba un festival internacional y era presidenta de la asociación de folclore juvenil del norte de Italia. Me quedé muy sorprendido. Yo tenía 21 años», relata. Y Piccini le puso en contacto con el que considera su padre a nivel del folclore, Vladan Tesanovic. «Me invitó a varias reuniones por toda Europa. A partir de ahí conocí a otras muchas personas», explica. José Antonio Viñas cree que el folclore vive un momento complicado. «Es a nivel internacional. Estamos en una época difícil, por el cambio de la sociedad y porque a lo mejor no nos hemos sabido adaptar. Pero también es ilusionante». Y cuenta cómo han sabido introducir en sus espectáculos nuevas fórmulas.
-¿Qué es folclore?
-Es una manera de transmitir la cultura de tus antepasados y la identidad de tu pueblo al público que lo quiere ver. Mantener, preservar y evolucionar.