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El objetivo es proteger los lindes contra el amenazante crecimiento «desaforado» de cultivos de viñedo alrededor
01 abr 2019 . Actualizado a las 08:04 h.La asociación cultural y ecológica Ridimoas celebró ayer su asamblea general ordinaria, un acto fundamental para marcar las pautas de las actuaciones del colectivo a lo largo del año. En la reunión celebrada en el IES O Ribeiro, la directiva dio cuenta de sus reuniones anteriores. Uno de los asuntos que se expusieron, dentro del informe sobre el estado del bosque, fue la denuncia presentada tras la cacería que se llevó a cabo en el interior de la zona natural protegida por Ridimoas el 28 de diciembre del 2018, y a raíz de la cual el Seprona realizó una investigación que ha permitido imputar a dos cazadores por presuntos delitos y no solo por infracciones administrativas.
Con todo, la asociación todavía no ha tenido notificación judicial de cómo va el proceso aunque tienen intención de defender sus intereses cuando salga el juicio. Pero esta no es la única amenaza que tiene el delicado ecosistema del bosque, que ayer visitaron, tras la asamblea formal, los socios de Ridimoas, que sumó una veintena de nuevas altas en la jornada de ayer. Según expuso el presidente Pablo Rodríguez, en este 2019 se comprarán siete parcelas para ampliar el bosque en 10.332 metros cuadrados. Las parcelas están situadas en el perímetro del bosque con la intención de proteger la arboleda, los acuíferos y la fauna de Ridimoas del «avance desaforado del viñedo».
Y es que el crecimiento sin control, critican estos ecologistas, que están teniendo los cultivos de viñas en el Ribeiro puede amenazar la conservación de una de las zonas boscosas que quedan. «Antes os viticultores eran agricultores, agora é unha industria, con xente allea á terra», lamenta Pablo Rodríguez, quien cree que la Xunta debería ejercer más control para evitar que se desmonten laderas de montes con maquinaria pesada. Ya se talaron bosques en la zona para dedicarlos a nuevas viñas. Desde Ridimoas apoyan que se recuperen viñedos antiguos, pero les preocupa el crecimiento desaforado de nuevos cultivos y las compras de gran número de hectáreas para este fin. En una visita a Doñana un exdirector del parque nacional les aconsejó que cuidaran el perímetro, algo que no hicieron allí y por ello se vio afectado por la construcción en sus lindes. Otra inversión que hará la asociación será reparar el tejado del molino.
Pero el recorrido por el bosque fue satisfactorio para el más de medio centenar de participantes. Disfrutaron de la pureza de los acuíferos, de árboles centenarios y de fauna difícil de ver.