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El Instituto da Familia fomentó el encuentro entre mayores y jóvenes, a partir de entrevistas que terminaron en un libro de biografías
24 sep 2019 . Actualizado a las 13:30 h.Transmitir experiencias de personas mayores a jóvenes, fomentando encuentros intergeneracionales, es el objetivo de la iniciativa Conectando Generaciones, del Instituto da Familia, que celebró su segunda edición y camina ya por la tercera. María José Portas fue la coordinadora del programa, que incluyó una primera fase formativa de los entrevistadores, con un taller literario impartido por Carlos Barrajón y una segunda de composición de las parejas de distintas generaciones. Se trataba de que los séniores interactuasen con los jóvenes y creasen un vínculo a partir de esas entrevistas, luego recogidas en un libro en el que el joven narraba la biografía del mayor.
Una de las parejas que participó en el proyecto fue la formada por Ana Fraile Somoza, 16 años, alumna del IES Blanco Amor, y Sagar Sow Sow, tallador senegalés de 69 años. El primer encuentro tuvo lugar, recuerda Ana, el 18 de mayo. «A partir del material que me dio el primer día configuré un guion para el resto de las jornadas, fue todo bastante espontáneo», explica Ana sobre el proceso. «Me interesaba el choque cultural, de dos países, dos religiones y costumbres diferentes. Sagar es una persona con una tolerancia, un cariño y un respeto increíbles», concluye Fraile. Sagar Sow Sow explica que su doble apellido en Senegal recoge la también doble vertiente profesional en su familia, donde son o bien talladores o bien ganaderos. En su caso, comenzó a tallar madera y ahí sigue. El detalle que la Fundación Amigos de la Barrera dio a los participantes en esta edición era una creación de Sagar. Agradece que Ana le preguntó «con mucho respeto» y sus preguntas le ayudaron a contar; cree que tuvo suerte con el emparejamiento que le tocó, que se hizo por sorteo. «La vida que he vivido no la puedo cambiar. Si cuentas los errores puedes ayudar a otros. Se aprende de observar», dice.
También Néstor Salgado, de Parderrubias (A Merca), 16 años y estudiante en el Seminario, y Celso Touriño, 85, lugués del concello de Carballedo, se encontraron en este Conectando Generaciones.
Celso, con 17 nietos y once bisnietos, está acostumbrado a tratar con jóvenes. «Non teño estudos, só a escola da vida. Son sencillo e valoro poder contar cousas», apunta. Con diez años se vino para Ourense, tuvo varios oficios y formó parte de la Cidade dos Muchachos. En esa semana de conversaciones surgió una buena conexión, dice Néstor. «A amizade que nos une é a do respeto», apostilla Celso.
Como ellos, hubo encuentros entre Luisa Morales y Alba Guzmán, Adiela Zapata y Gabriel Mariño, Elsa Méndez y Paula Tejada, José Antonio Gómez, Beza Rey y Laura Paz, Ninoska Yallonardo y Eva Ojea, Teresa Yglesias y Juan Padrón, Elena Touriño y Jorge Gil, Olga García y Lorena Fernández o José Fernánez y Rodrigo Míguez. «Lo que ha ocurrido ha sido espectacular», concluyó José Manuel Domínguez, director del Instituto da Familia.