Fallece el ciclista atropellado el domingo en la N-525 en Xinzo

Cándida Andaluz Corujo
C. Andaluz OURENSE

OURENSE

cedida

La provincia registró un total de 16 accidentes con bicicletas el año pasado

11 feb 2020 . Actualizado a las 15:40 h.

Manuel P. C, de 72 años y vecino de la parroquia de Feás, en el concello de Calvos de Randín, no pudo sobrevivir a las importantes heridas causadas tras el atropello que sufrió el domingo en la N-525 en Xinzo. Circulaba con su bicicleta cuando fue arrollado por un vecino de Verín de 59 años, que conducía un Jaguar, que se lo encontró de frente sin poder hacer nada para esquivarlo. Eran las siete la tarde, anochecía y el ciclista no portaba ninguna medida de seguridad: ni casco, ni chaleco y, ni siquiera, llevaba las luces de la bici encendidas. Manuel transitaba habitualmente con su bicicleta por esta carretera y se cree que cruzó la N-525 para meterse por una pista. A las cuatro de este lunes falleció, después de ser trasladado a un centro hospitalario y ahora se intenta localizar a su única hermana que reside en Barcelona, para comunicarle los hechos. Manuel vivía solo. Según relataron los vecinos, no era la primera vez que sufría algún accidente en bicicleta. El último, el pasado mes de noviembre cerca de la estación de autobuses de Xinzo. Entonces, un percance sin consecuencias. El conductor del coche está a la espera de los resultados de las pruebas de alcohol y droga que le hicieron en el lugar del siniestro.

En el 2019 fueron 16 los que por una u otra causa se vieron implicados en un siniestro. Algunos sufrieron percances al no respetar las señales de tráfico. Es el caso de un ciclista que en enero del año pasado se detuvo en un punto peligroso de la N-535, siendo golpeado; o el que en junio no paró en un Stop de la N-5252 en Allariz provocando una colisión frontolateral con un vehículo. También han sido las víctimas de malos comportamientos al volante, principalmente de conductores que no mantiene el intervalo de seguridad o que alcanzan por detrás a las bicicletas antes de iniciar un adelantamiento. Ninguno de los 16 accidentes tuvo como desenlace el fallecimiento del ciclista, aunque en dos ocasiones resultaron heridos de gravedad, en ambos casos sin que interviniera otro vehículo. El primer caso ocurrió en marzo en Seixalbo. El ciclista chocó contra un obstáculo de la vía cuando circulaba de noche. El segundo accidente con heridos graves ocurrió en junio en la N-525 en Vilamarín y se vieron implicados tres ciclistas que circulaban en grupo. Uno de ellos chocó contra otro que le precedía, cayendo ambos. Fue trasladado en estado crítico hasta el centro hospitalario ourensano tras sufrir varios golpes. El otro hombre que circulaba en bicicleta resultó con heridas pero de poca importancia. Este es el único siniestro ocurrido el año pasado en Ourense en el que el ciclista iba acompañado de otros.

Casi todos los accidentes han tenido lugar en carreteras no urbanas y el que se registró en la capital ourensana, en plena calle Progreso, acabó con el atropello de un peatón. Fue el pasado agosto a las nueve de la noche.

A la lista suman aquellos que por circunstancias ajenas al estado de la carretera o a otros conductores han sufrido alguna caída.