«Apostar por la versión digital fue una buena decisión»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Agostiño Iglesias

El comercio de Cristina Blanco, Mamalúa, está presente en Trendon.me

12 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2016 abrió sus puertas en las galerías Sol la tienda Mamalúa. «El local es de mi madre, que regentó toda la vida en él una tienda de cortinas y justo acababa de jubilarse. Mi hija Xana tenía tan solo unos meses y me empezaba a percatar de la dificultad que suponía encontrar en la ciudad juguetes que no fuesen de plástico o a pilas, y ropita más original, de materiales orgánicos», explica Cristina Blanco, alma y corazón de este pequeño negocio ourensano.

«Es una tienda lúdica que cuenta además con un pequeño espacio educativo en el que organizamos talleres y actividades que estimulen los sentidos de los peques al mismo tiempo que les resultan divertidos. Tenemos una gran variedad de juegos didácticos hechos a base de productos naturales como la madera o el caucho y una colección de ropa a base de algodón orgánico, con estampados y patrones diferentes», añade la empresaria. A los pocos meses de abrir sus puertas, Cristina se dio cuenta de la importancia de las redes sociales y de la presencia online. Comenzó abriendo las cuentas de Mamalúa en Instagram y en Facebook y pronto añadió también su escaparate en Internet gracias a la plataforma ourensana Trendon.me, en la que está a punto de cumplir cuatro años. «Son dos herramientas fundamentales, creo que no seguiríamos aquí sin ellas. A mí me encanta la venta personalizada, la cercanía con el cliente y el trato en directo, pero a cada cosa hay que darle su valor. Con ellas tenemos la oportunidad de llegar a más gente de Galicia y de fuera», explica. Durante el confinamiento, con el cierre de la tienda física, Cristina dedicó mucho tiempo a actualizar cada poco el perfil de la tienda en Instagram, en donde tiene más de 4.000 seguidores, y a subir artículos a su espacio en la web creada por la ourensana Nuria Iglesias. «El contar con ese pequeño escaparate online fue un respiro sobre todo a nivel mental. Aunque había clientes que nos hacían reservas de cara a la vuelta, especialmente nos ayudó para recibir el ánimo de la gente y su confianza», admite. Y añade: «Las primeras semanas del estado de alarma, los pedidos de la web se paralizaron, y una vez se retomaron, es cierto que vendimos algunos productos».

Ventajas

La empresaria cree que las tres, -la tienda física, las redes sociales y la venta en Internet-, se retroalimentan y consiguen que el negocio siga a flote al combinarse. «Cada una tiene sus ventajas. En el caso de los clientes ourensanos, por ejemplo, se dirigen a nuestro Instagram para ver las novedades y luego acudir a la tienda a comprar lo que les interesa. Trendon.me, sin embargo, nos proporciona un alcance y una visibilidad a personas de distintos rincones de España. Mientras en la tienda, claro, la atención siempre es más personal, viendo y tocando todo de primera mano», relata. Cristina cuenta que la vuelta ha sido beneficiosa para el local en sí porque los vecinos tenían ganas de recuperar un poco esa normalidad y de verse las caras. Aunque las ventas volvieron a pararse un poco justo antes de la llegada de las rebajas. El online fue el encargado de conseguir mantener la constancia en este sentido. «Sin ninguna duda, apostar por la versión digital de mi negocio fue una buena decisión. Creo que nunca me plantearía cerrar la tienda para trasladarla exclusivamente a su versión web porque lo que más me gusta de lo que hago es poder transmitir los valores o las ventajas de los productos que vendo, pero, por supuesto, admito que la web funciona y nos ha ayudado mucho en la situación vivida», termina la propietaria de Mamalúa.