«Esto no es viable en el tiempo», advierten hosteleros de la capital sobre el servicio a domicilio al que recurren algunos después de haber tenido que cerrar
15 nov 2020 . Actualizado a las 17:44 h.Como si de una película ambientada en New York se tratara, en la última semana la imagen de ourensanos con el vaso de café para llevar se ha convertido en cotidiana. También otras menos bucólicas, como la de trabajadores comiendo el bocadillo en la furgoneta. Pero, ¿qué hay detrás del fenómeno take away que se ha convertido a la fuerza en un modo de supervivencia para los locales de hostelería que han decidido mantener la persiana levantada? Uno de esos locales es La Pipa de Kif, una pequeña cafetería situada en la calle Valle Inclán y que cuenta con una fiel clientela que acude, principalmente por la mañana, para degustar sus pinchos. José María García, su propietario, asegura que este sistema «no es rentable para nadie y no es viable en el tiempo». Asegura que, en su caso, abren solo por la mañana y con el objetivo de atender a la clientela de proximidad, como es el caso del centro de salud situado enfrente o de los negocios y colegios cercanos. «Nuestro objetivo más que nada es no dejar desatendida a la gente de la zona, porque esto rentable no es. Los costes también suben y ya empieza a haber escasez de algunos productos como los vasos de café para llevar, según nos cuentan los proveedores», indica. En su caso, la gente se decanta principalmente por un café para llevar y algún pincho de su variada oferta. «Lo que noto es que la clientela ya no es de nadie, sino que la gente para a pedir el café en el local en el que ve que no hay cola. Si comprueba que hay dos o tres personas esperando, ya va a otro sitio y es normal», resume.
La realidad que relata García al frente de La Pipa de Kif es similar a la de las cafeterías que se mantienen abiertas en la zona centro. La mayoría han apostado por un horario más reducido, principalmente de mañana, y han adaptado sus espacios a las nuevas exigencias. Se trata de un tipo de negocio que da sus primeros pasos en el servicio a domicilio. Lo mismo sucede con los restaurantes de menús del día. Casa Toñita, en el casco histórico, ha apostado por mantener su servicio, tanto para recoger como a domicilio de miércoles a domingo. «Es algo nuevo para nosotros. Pasas de ser un local familiar a tener que llevar la comida a casas. Es frío, pero también reconfortante cuando vienen clientes de toda la vida a recoger su menú para llevar», explica Julio César Vázquez. Sobre la rentabilidad, el hostelero asegura que lo importante es «cubrir gastos» y considera que la gente está «animada» y que entre todos arriman el hombro. «Los fines de semana funciona bastante bien. Los días laborables cuesta un poco más», explica.
Los fogones ourensanos donde se prepara comida más elaborada también se han visto obligados a dar este paso hacia el servicio para llevar o a casa. En el caso de Ceibe, una propuesta gastronómica relativamente nueva en el casco histórico, han elaborado una carta adaptada al nuevo escenario y que se puede recoger en el local. Los pedidos solo se aceptan con un día de antelación. «Ofrecemos nuestra comida para recoger pero manteniendo nuestros ideales y los ingredientes frescos», aseguran.
En este escenario, los hosteleros ourensanos se dividen entre los que apuestan por plataformas de reparto ya consolidadas (Just Eat, Uber Eats o Glovo) y los que lo hacen de manera independiente. También nació una plataforma local (restaurantesourense.com).
Ponte Vella
Que los restaurantes estén cerrados no significa que la planta de ocio del centro comercial Ponte Vella haya quedado sin actividad. En el interior se trabaja para atender los pedidos, tanto en la opción de recoger como a domicilio. Entre las propuestas las hay que están asentadas y otras que dan se inician. Entre las primeras se encuentra McDonald´s mientras que uno de los que se inicia es Agasallo. El local tiene previsto estrenar su servicio a domicilio. La opción de recoger ya está disponible. El Spaguetti Rock, de comida tex-mex, mediterránea e italiana está operativa en ambas opciones. Para los amantes de la gastronomía venezolana está Café Bianca Arepería y la oferta se completa con opciones dulces (Enredos) o helados (Smöoy) para recoger.