El afán lector se impuso a la lluvia

María Doallo Freire
maría doallo OURENSE

OURENSE

El Día del Libro se celebró con mucha afluencia y ventas en la carpa del Paseo

24 abr 2021 . Actualizado a las 14:00 h.

Los libreros de Ourense llevaban dos años esperando el regreso para la tradicional celebración del Día del Libro, después de que en el 2020 la fecha coincidiese en mitad del confinamiento. La tradición es precisamente que las librerías salgan de sus locales y se junten en puestos en mitad de la calle del Paseo. También que las compras tengan descuentos en este día y que lleven de regalo un clavel. Y todo ello se recuperó de nuevo este viernes. Amenazaba lluvia y de hecho en varios momentos fue necesario abrir el paraguas, pero eso no impidió la alegría y el entusiasmo de los ourensanos, que con su afán lector mantuvieron una elevada afluencia a la carpa a lo largo de toda la jornada. «Es una fecha señalada para nosotros y además nos ayuda a dar visibilidad a nuestros negocios. Al estar aquí sociabilizamos con nuevos clientes que no conocían nuestro local, así que es una forma de acercarnos a ellos», decía Israel Barandela, de La Librería, situada en la calle Sáenz Díez de la capital.

Por supuesto, el Día del Libro repercute en las ventas del sector. «Podemos llegar a duplicar la caja de un día normal. Especialmente este año notamos que la gente tenía muchas ganas de que volviese esta tradición y se está desquitando y aprovechando para hacer regalos», añadía. Lo demostraban las flores rojas que asomaban de las bolsas que cargaban la mayoría de ourensanos que caminaban este viernes por el Paseo, regalo seguro con cada compra de un libro realizada el 23 de abril. Ana Belén González llevaba la suya: «Vi en el periódico que este año sí había celebración con los puestos en la calle y me apeteció venir a echar un vistazo. Me parece que es un punto de encuentro interesante para todos los que nos gusta leer». En su caso le gusta descubrir las últimas novedades, por eso se llevó un libro de Javier Castillo y otro de Carmen Corn. Lo hizo en el espacio de Nobel, que estaba atendido por Celia Fernández. «Afrontamos este ano con moita esperanza e a verdade é que temos que dicir que a xente acompañounos moitísimo, máis do esperado. Foi moi bonito sentir o agarimo tanto de clientes como da xente que paseaba pola rúa e se paraba con nós», explicaba.

Entre las librerías que trasladaron parte de su material a la carpa estaba A’Nova, la de la calle Padre Feijoo, que este miércoles fue víctima de un incendio. «No queda otra que mirar hacia adelante. Mi hijo se pidió el día libre para ayudarme y aquí estamos, intentando permanecer cerca de la gente», decía la propietaria María Martínez, quien admitía estar deseando que las obras en su local comenzasen cuanto antes para poder abrir de nuevo al público. También se movieron a los puestos Platero, Eixo, Zampacontos o La Viuda, entre otros. En esta última compró Ángeles Ferreira, que admite que el parón que provocó la pandemia le hizo incrementar sus ganas de leer: «El año pasado me leí, por lo menos, un libro al mes». En esta ocasión optó por dos publicaciones recién salidas del horno, Memoria y olvido de Luis del Val y Sira de María Dueñas. «Yo compré uno y mi amiga otro así luego, al terminarlos, nos los intercambiamos. Creo que es el momento de apoyar a las pequeñas librerías y que este tipo de iniciativas ayuda mucho a dinamizar la ciudad», explicaba Ángeles.

El balance de los libreros ourensanos fue especialmente positivo. «Tuvimos muchísima afluencia de público desde primera hora de la mañana. Todavía estábamos montando cuando se acercaron los primeros clientes a interesarse por algún libro», explica José Manuel García, presidente de la Agrupación de Libreros de Ourense. «Hemos notado que no solo nosotros teníamos ganas de celebrar el 23 de abril como se merece, la gente lo estaba deseando. Es un día que se va arraigando poco a poco y en el que se incrementan las ventas también en tienda», terminaba.