Carracedo, mucho más que un premio

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

OURENSE

Carracedo, de pie, junto a otros periodistas ourensanos unos años antes de su fallecimiento
Carracedo, de pie, junto a otros periodistas ourensanos unos años antes de su fallecimiento Cedida

La memoria del cura que se reinventó como periodista sigue vigente

02 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha pasado mucho tiempo desde que un fatal accidente de tráfico segó la vida de Xosé Aurelio Carracedo, pero su ejemplo ha marcado a generaciones y generaciones de periodistas.

Y eso que él llegó a la profesión casi de rebote. Lo cuenta José Platero, que era delegado de La Voz de Galicia cuando lo fichó. Era amigo de Carracedo, que por aquel entonces era cura. «Daba misa, confesaba e bautizou a dous dos meus fillos. Pero o bispo non tragaba con el e andaba mandándoo dun lado ao outro. El quería traballar en algo e un día comendo na casa eu ofrecinlle vir ao periódico», explica Platero, que destaca que «era, vocacionalmente, un home de comunicación».

Tan bien comunicaba, que era capaz de relacionarse con maestría con los políticos, «que naquela época eran un pouco difíciles», dice el exdelegado de La Voz. En esa idea hace hincapié también su hermana, Clara Carracedo, que recuerda que fue Victorino Núñez quien instauró el galardón en su honor cuando presidía la Diputación. «Cuando se murió, me dijo que iba a crear un premio con su nombre porque le daba a los de izquierdas, a los de derechas y a los del centro, pero todo el mundo hablaba estupendamente de él», dice Clara, que añade: «Cuando iba a Ourense me quedaba alucinada porque iba con él y nos paraban por la calle continuamente y me daban la enhorabuena por tener un hermano así».

«Só unha vez un médico dun partido de dereitas dixo que non o admitía a el e levantouse dunha roda de prensa, pero con el foron detrás todos os xornalistas que estaban alí. Iso di moito da estima que os compañeiros lle tiñan. Ese é o único caso que eu saiba dun político que non se entendera con el», explica José Platero, que recuerda: «Lémbrome que chamaban dos partidos ou dos sindicatos e pedían que, se era posible, fose Carracedo ás súas rodas de prensa».

Su valía profesional le dio la oportunidad de trasladarse a Santiago para dirigir la delegación de La Voz de Galicia en la capital autonómica, pero volvía con frecuencia a Ourense y en uno de esos viajes un fatal accidente acabó con su vida cuando solo tenía 46 años. Ocurrió el 28 de abril de 1988 y su funeral, el día 30, reunió a una multitud. Como explicaba su hermana, fue entonces cuando nació el premio en su honor que entrega anualmente la Diputación de Ourense.

Pero hace unos años la institución provincial se planteó suspender este galardón. El senador Miguel Bautista Carballo, que entonces era alcalde de Petín, fue uno de los que más intensamente luchó para evitar que ocurriera. Allí es donde nació Carracedo. «Naquel momento eu ofrecinme para que, chegado o caso, o premio seguise facéndose desde Petín. Non fixo falta, pero eu sigo pensando que, nalgún ano sinalado, teríase que facer a entrega alí», dice Bautista.