«Si dices de alguien 'uy, que cosa rara hace', hay que ver si es alzhéimer»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

En Afaor ofertan talleres de memoria para frenar el avance de la enfermedad de Alzheimer
En Afaor ofertan talleres de memoria para frenar el avance de la enfermedad de Alzheimer MIGUEL VILLAR

Respondemos dudas sobre la principal causa de demencia en Ourense

21 sep 2021 . Actualizado a las 08:08 h.

Antes de que el coronavirus llegase para ponerlo todo patas arriba, ya se hablaba de una epidemia del siglo XXI: el alzhéimer. Una enfermedad que padecen unos 800.000 españoles, según los datos de la Sociedad Española de Neurología, aunque se cree que la cifra es mucho mayor, aunque no se conoce porque los pacientes no han desarrollado todavía los síntomas más visibles.

Hoy se conmemora el Día de la enfermedad de Alzheimer, jornada que la asociación de familiares de enfermos Afaor aprovechará para acercar la información a todos los ciudadanos que se acerquen a la carpa que estará instalada en la calle del Paseo de la capital (de 11.00 a 20.00 horas).

¿Cuándo hay que ir en busca de ese diagnóstico?

No hay una pauta concreta, pero la psicóloga de Afaor, Sira Gago, da ejemplos que pueden orientar, como el de una persona muy coqueta que de repente un día se mancha la ropa al comer y le da igual salir así a la calle. O que alguien empiece a desorientarse y cada vez le cueste más llegar a casa sin dar un rodeo. «Si dices de alguien de tu entorno ‘uy, qué cosa rara hace’, como meter las zapatillas en la nevera, o de repente no saben decir qué día de la semana es... entonces hay que ver si es alzhéimer», añade.

¿Cómo se diagnostica?

Hay pruebas específicas que tiene que hacer el neurólogo, que es el médico especialista para estos casos. «Son como fotos del cerebro y se ven las áreas afectadas, sobre todo el hipocampo de la memoria inmediata», cuenta Gago. Por eso es habitual que un enfermo de alzhéimer (en estado poco avanzado) recuerde con facilidad detalles de su infancia, pero sea incapaz de decir qué ha comido cuatro horas antes.

¿Hay cribados masivos para detectarlo, como en otras enfermedades como el cáncer de mama?

No. Aunque el futuro para por ahí, según explica Juan Fortea, coordinador del grupo de estudio de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología. En los últimos cinco años se han desarrollado biomarcadores para ayudar en el diagnóstico. «Revolucionarán la forma en que diagnosticamos la enfermedad ya que permitirán cribados masivos de la población y un diagnóstico mucho más precoz», avanza.

¿Es hereditario?

El 90 % de los casos es esporádico. Apenas entre el 1 y el 2 % es hereditario; y hay más riesgo si los dos progenitores han sufrido alzhéimer, asegura Gago. En todo caso, la genética no es el factor fundamental.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

La edad es el principal. «Afecta a entre un 5 y un 10 % de los adultos mayores de 65 años, unas cifras que se duplican cada 5 años hasta alcanzar una prevalencia de aproximadamente el 50 % en la población mayor de 85 años», explica Juan Fortea, coordinador del grupo de estudio de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología. Pero hay más. Fortea cita la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo o la diabetes. Por eso llevar una vida sana es también una manera de prevenir la demencia senil. Y los estudios señalan que más del 50 % de los españoles no conocen estos factores.

¿Es entonces solo una enfermedad de mayores?

No. Desde que hace más de una década empezó a trabajar en Afaor, Sira Gago ha tratado a cinco pacientes que apenas habían superado los 50 años. Son los menos, pero suelen desarrollar una enfermedad más agresiva, que va más rápido.

¿Qué dudas tienen las familias?

«La duda principal es el poco conocimiento que tienen de la enfermedad. Quieren saber cómo va a ser, si van a estar preparados para afrontar lo que se les presente o cómo se va a desarrollar la enfermedad», explica Sira Gago, psicóloga de Afaor.

¿Qué saben?

«En general la gente piensa que es perder memoria, y también, pero hay más. Es perder las funciones mentales superiores, son los cambios de comportamiento, la posible aparición de alucinaciones, que el paciente empiece a deambular o que tenga problemas con la alimentación... Y también suelen estar más irritados, e incluso agresivos», responde Gago. Eso sí, ella elude hablar de todo en la primera consulta, porque, asegura, «es una enfermedad para vivir día a día».

¿Qué es lo que más temen?

Gago no duda: «Quedar incomunicados, que ya no puedan entender ni hablar, y que dejen de conocer a las personas de su entorno». Es el temor de pacientes y familiares. La psicóloga incide en lo duro que es que tu pareja te pregunte quién eres después de toda una vida juntos, o que te lo diga tu padre.

¿Se puede frenar?

Se puede ralentizar. Como todas las enfermedades, si se coge en estado inicial, el pronóstico suele ser mejor. En este caso no se está hablando de una cura, pero sí de que la pérdida cognitiva sea más lenta. Por eso desde Afaor insisten en la importancia de que los pacientes se sumen a los talleres cuanto antes. «Si rompemos un brazo, después de tener la escayola hacemos fisioterapia y lo vemos normal. Pues si tenemos una enfermedad en la que las neuronas se van muriendo, hay que activarlas con ejercicio mental», relata. También hay tratamiento farmacológico. Y Gago apunta un tercer pie: el de la sociabilización, porque estar con otras personas también ayuda a frenar el deterioro.

¿Es una enfermedad cara?

Sí. Aún con la Ley de Dependencia y la Seguridad Social para afrontar todo (o casi todo) el coste de una medicación cara, hay muchos gastos extra. Hay que tener en cuenta que aunque en un primer momento no sea así, al final sí será preciso que haya una persona pendiente las 24 horas del enfermo. Y no siempre la misma. Desde Afaor insisten en la importancia de que el cuidador se cuide. Por eso necesita al menos una persona de apoyo para esa labor, lo que supone un gasto extra si no tiene una red familiar lo suficientemente extensa. Y por eso Gago insiste a todos los que llegan a Afaor en la necesidad de que tramiten de manera inmediata la Ley de Dependencia.