El técnico del Bembrive vigués niega haber agredido a la jugadora
26 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El partido entre el Bembrive y el Cidade das Burgas, de la Segunda RFEF de fútbol sala femenino, fue bueno en lo estrictamente futbolístico y en cuanto al resultado para las ourensanas (1-2), pero terminó con una agria polémica y con una denuncia por una presunta agresión de por medio. El partido ya había terminado, aunque los participantes en el encuentro seguían todavía en la cancha del polideportivo Vicente Álvarez, mientras las jugadoras estiraban o se saludaban. En ello estaba la portera del Cidade, Ana López Lastra, hablando con una antigua amiga del equipo local, cuando sucedió el incidente que ha terminado con una denuncia interpuesta por la portera ourensana contra el entrenador vigués por una presunta agresión, que se tendrá que dilucidar en un juzgado.
Hay imágenes del hecho y un parte de lesiones, que refleja que la jugadora padece una tendinitis en el cuarto y quinto dedo de la mano derecha. El entrenador local Roberto Carlos García, Pitu, se dirigió a la portera ourensana y, según ella, la agarró de la mano retorciéndosela. En las imágenes se ve cómo el entrenador se acerca y hay un enfrentamiento de apenas un par de segundos hasta que los separan. La jugadora, dolorida, se va hacia atrás.
El entrenador del Cidade das Burgas, Manolo Codeso, reconoce que no vio la acción personalmente, pero cuando estaban en el vestuario les mandaron un vídeo. Condenó rápidamente lo ocurrido con una publicación en sus redes sociales. El técnico explica su versión: «El partido fue limpio, espectacular. No sé a qué vino el jaleo al final. El entrenador se fue hacia allí, veo gestos de Ana, nerviosa, y empujones y luego me dijo que le había retorcido la mano con agresividad y que la tenía roja».
Según La Voz de Vigo, el Bembrive emitió un comunicado donde desmentía esta y otras cuestiones sobre lo sucedido. «No vamos a permitir que se acuse de agresión a nuestro entrenador, que tiene nuestro total apoyo». Aseguran que al acabar el partido «una jugadora del equipo visitante se dirigió al público con cortes de manga», ante lo que la capitana local fue «a pedirle explicaciones».
A los diez minutos llegaron varias patrullas de Policía Nacional, avisada por los árbitros. El club vigués niega que las visitantes saliesen escoltadas, pero las ourensanas afirman que no les permitieron dejar el vestuario y que tuvieron que salir del pabellón con la policía, aunque en el exterior estaba todo tranquilo.