El 31,22 % de las declaraciones del IRPF presentadas en el 2021 por los ourensanos tenían la equis a favor de la Iglesia
08 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado año 46.816 ourensanos decidieron que el 0,7 % de sus impuestos se destinasen a la Iglesia Católica. Eso supone que el 31,22 % de las declaraciones del IRPF presentadas en el 2021 por los vecinos de la provincia llevaban la equis marcando ese destino en la casilla correspondiente. El porcentaje es muy similar a la media nacional (el 31,57 %) y convierten a Ourense en la provincia gallega con más inclinación a ayudar de esta forma a sufragar el mantenimiento de la labor de la Iglesia, ya que en A Coruña solo el 24 % de las declaraciones validadas el pasado año fijaron esa aportación, en Lugo fue el 22,9 y en Pontevedra el 22,41 %.
Pese a ese liderazgo dentro de la comunidad autónoma, la aportación de los ourensanos sumó 1.119.563 euros, lo que supone tan solo un tercio de lo que la Diócesis de Ourense recibió por ese concepto, que ascendió a 3.749.904 euros. Los otros dos tercios proceden de la solidaridad de contribuyentes de otros puntos de España a través de Fondo Común Interdiocesano. Esta herramienta, creada por la Conferencia Episcopal, permite que las diócesis más pobres —por demografía, por ingresos más bajos o por la unión de ambas circunstancias— puedan recibir más de lo que supone la aportación fijada por sus propios conciudadanos para ayudar a mantener sus gastos.
Ese es el caso de Ourense que, tal y como ayer recordaba el obispo Leonardo Lemos, suma además varias circunstancias que gravan más de lo debido sus cuentas, como los gastos extra que ocasiona atender a una población muy dispersa y a un patrimonio que hay la obligación de preservar y que reclama inversiones constantes para evitar su deterioro. «En nuestra diócesis hay 735 parroquias, muchas de ellas con dos templos, a lo que hay que sumar 1.270 capillas; y cuando no es un techo que se cae es un retablo que se deteriora», señalaba Leonardo Lemos Montanet. El obispo anunció la reestructuración del área que se ocupa de la gestión económica, que pasará a ser una vicaría y tendrá una comisión que, entre otras cuestiones, se encargará de aportar ideas para que los bienes patrimoniales «no se conviertan en una realidad que nos aplaste».
«Hay muchas iglesias que no consiguen ni pagar el recibo de la luz», señalaba el titular de la Diócesis de Ourense recordando que también es necesario pagar otros gastos fijos, como el de recogida de basuras o el mantenimiento, limpieza y sostenimiento de los cementerios. Y es que, según recordó Lemos Montanet, «más del 90 %» de esos camposantos siguen vinculados a la Iglesia. «No quiero ser pesimista pero creo que dentro de muy poco tiempo nos vamos a encontrar, como sucede ya en Castilla, con iglesias magníficas, bellísimas, con retablos espléndidos, que quedarán cerradas a no ser que la situación sociopolítica con respecto al mundo rural cambie, y honradamente en este aspecto no puedo ser positivo», insistió.
De hecho, salvo los 94.025 euros que se destinaron directamente a Cáritas Diocesana, el resto de esos 3,7 millones que llegan de ese fondo solidario en el que se concentra todo lo recaudado por la equis de la renta, se reparten en numerosas partidas que hacen frente a gastos imprescindibles.
«Tenemos que agradecer a todas las personas que cada año, cuando hacen ese ejercicio de responsabilidad fiscal se acuerdan de la Iglesia», apuntó el vicario para el Patrimonio y sostenimiento de la Iglesia, Raúl Afonso que animó a marcar también la equis en la casilla de otras entidades de interés social, recordando que no son excluyentes ni se restan una a la otra. Afonso hizo un llamamiento a las gestorías, asesorías fiscales, bancos e incluso a los trabajadores de la Agencia Tributaria que ayudan a tramitar esas declaraciones, para que lo recuerden a los contribuyentes.
El Instituto Teológico Divino Maestro se abrirá a las mujeres el próximo curso
Los estudios impartidos en el Instituto Teológico Divino Maestro de Ourense, vinculado a la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, se abrirán a las mujeres el próximo curso. Lo anunció el obispo Leonardo Lemos que recordó que, al término de esos estudios, los alumnos obtienen la licenciatura de Estudios Eclesiásticos «que se puede convalidar después por una licenciatura en Estudios Humanísticos». Aunque hay centros que ya tenían abiertos este tipo de estudios a la mujeres —el propio obispo ourensano recuerda que en su etapa como profesor en Santiago ya tenían alumnas— en Ourense se ha decidido dar ahora el paso aprovechando que puede haber un mayor interés en realizar esta formación después de que el pasado año el papa Francisco firmase dos decretos que abren a las mujeres la posibilidad de ejercer el lectorado y el acolitado dentro de la Iglesia. Las antiguamente denominadas órdenes menores dejaron de ser exclusivamente realizadas por el clero y volvieron a poder ser asumidas por laicos a raíz de la reforma del Concilio Vaticano II, pero esa posibilidad se limitaba a los varones. El lector es el encargado de leer la Palabra de Dios en la asamblea litúrgica, instruyendo además a los fieles para recibir los sacramentos, y el acólito ayuda al diácono y al sacerdote en el altar, además de otras tareas que puede realizar de forma extraordinaria como distribuir la comunión y exponer el Santísimo para la oración. La decisión promulgada por el actual papa abre la posibilidad a las mujeres de acceder a esas tareas, además de participar en el Ministerio de Catequesis.