Su experiencia en Oviedo y Huesca le había mostrado a Guillermo las credenciales del ambiente de baloncesto que se respiraba en Ourense y, aún así, reconoce que estos últimos meses han sido especiales para él: «Lo había sufrido en frente y, de hecho, pensé que esta vez tendría la suerte de disfrutarlo a favor, pero la verdad es que fue impresionante. El público del Pazo nos empujó mucho en los playoff y en la final, incluso cuando las cosas iban mal su apoyo fue fundamental para superar a Navarra y alcanzar la meta del ascenso». Y no es menor su impaciencia por iniciar la nueva etapa al frente del equipo: «El proyecto del COB es muy guapo, todos te animan y te empujan para trabajar con comodidad, tanto el club como la afición».
Novedades sobre la cancha
Al margen de los nombres que ya han trascendido, desde la continuidad de Ventura, Nogués, Del Águila o Aboubacar, además del regreso de Zamora, el técnico ovetense asume que «la propuesta de juego será diferente, aunque ni siquiera sabemos con qué jugadores vamos a contar, pero ya éramos un equipo bastante fiable a nivel defensivo y la apuesta debe centrarse en mejorar en ataque». El sello de Arenas es bien conocido en las categorías LEB: «Todos saben que me gusta el juego rápido y que mis jugadores sean capaces de amenazar el aro contrario, pero debemos ser peleones y eso es algo que vendrá muy bien en esta liga».