La D. O. Ribeiro cumple 90 años pendiente de ampliar su viñedo

Fina Ulloa
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Hace 90 años, mientras se recogía la cosecha de 1932, se publicaba el decreto que reconocía la primera denominación de origen vitivinícola de Galicia
Hace 90 años, mientras se recogía la cosecha de 1932, se publicaba el decreto que reconocía la primera denominación de origen vitivinícola de Galicia Alejandro Camba

Jubilaciones y abandonos dejaron la zona protegida por la denominación de origen con 1.300 hectáreas productivas

14 sep 2022 . Actualizado a las 18:14 h.

El 13 de septiembre de 1932 los agricultores de O Ribeiro se hallaban, como hoy, inmersos en plena campaña de vendimia. Muy pocos de aquellos viticultores se enteraron de que aquel mismo día la Gaceta de Madrid —preludio de lo que después fue el Boletín Oficial del Estado—, publicaba el decreto aprobado por el Gobierno estatal en el que se regulaban varios aspectos vinculados con el sector vitivinícola. Entre ellos, se fijaban las condiciones que debían reunir las zonas de cultivo para quedar protegidas bajo una denominación de origen, de forma que, según se estipulaba, «no podrá aplicarse a un vino el nombre de un determinado lugar geográfico a pretexto de que es análogo o similar en composición o calidad a los que se producen en dicho lugar, ni tampoco podrán utilizarse los nombres de los lugares geográficos para designar vinos que no hayan sido producido, elaborados ni criados en él, aún cuando se haga preceder de la palabra tipo, estilo, cepa u otras análogas».

Pero lo realmente relevante para aquellos agricultores del occidente ourensano que se afanaban entre las vides era que en el artículo 34 de ese decreto se citaban los territorios que, por cumplir con los requisitos estipulados, quedaban automáticamente reconocidos. Eran 19 y, entre ellos, aparecía uno gallego: el de «Rivero», según se lee en la grafía oficial utilizada en ese texto.

Eso convirtió a esta comarca vitivinícola ourensana en la primera con denominación de origen reconocida en Galicia y supuso el arranque de una nueva etapa en la historia de este cultivo. Un camino que, sin estar libre de obstáculos y de claroscuros, ha logrado posicionar la marca Ribeiro entre las tres más conocidas a nivel nacional, según los últimos estudios publicados.

Sin embargo, y aunque precisamente por ese buen nivel de difusión entre los consumidores O Ribeiro podría ampliar su presencia en el mercado, la denominación de origen se encuentra con sus posibilidades de expansión limitadas. Así lo reconoce el máximo responsable del consejo regulador que estima que uno de los retos a los que se enfrentan es precisamente lograr un plan de crecimiento que pueda responder a esa buena evolución de la demanda.

En el consejo regulador creen que se necesita ampliar la superficie de viñedo en unas 1.200 hectáreas y matizan que la solución está en manos de la Xunta. «É o que precisamos para recuperar o que O Ribeiro perdeu estes anos por xubilacións e abandonos e para volver a estar no nivel que lle corresponde», señala el presidente Juan Casares.

El responsable del consejo regulador recuerda que hace dos años que se envió a la Administración autonómica una propuesta para aumentar las hectáreas plantadas que aún no ha tenido respuesta. «Naquel informe se recollían 32 zonas onde se podían montar polígonos agrarios de viñedo dentro do territorio recoñecido da denominación», aclara Casares.

«Son da opinión de que ao Ribeiro lle quedan uns anos por diante moi bos de crecemento en vendas. Un tempo que temos que saber aproveitar salvando esa eiva moi importante que temos, que é a diminución da base de cultivo dentro do territorio amparado», explica el responsable del consejo regulador.