«Estamos muy equivocados con los mayores: quieren divertirse y además disfrutan de cada oportunidad»

OURENSE

La residencia de O Carballiño despidió al primer turno de participantes en el programa Xuntos polo Nadal
19 nov 2024 . Actualizado a las 18:56 h.«Pasé nueve años sola. El día 31 se lleva, pero la Nochebuena es muy dura». Así resume Felisa la razón por la que decidió apuntarse al programa Xuntos polo Nadal que la Xunta organiza para mayores de 60 años que no tienen con quien pasar estas fechas. Además de la estancia gratuita en pensión completa en las residencias de tiempo libre de O Carballiño y de Panxón, organizan un variado programa de actividades que va desde gimnasia a talleres de manualidades o risoterapia, paseos guiados para conocer la zona o competiciones de baile o de tute.
«Aquí no me acordé de nadie. Bailamos, paseamos y nos reímos», sigue explicando esta coruñesa que disfrutó de la Navidad en tierras ourensanas. «Si me admiten, pienso volver todos los años. De hecho ahora mismo voy a preguntar a ver si me dejan quedarme para el siguiente turno. Quiero que me adopten», bromea esta mujer de 76 años que como el resto de los que llegaron el día 22, ayer decía adiós a los compañeros de experiencia. El segundo turno estará del 31 de diciembre al 7 de enero.
La situación de esta divorciada es similar a la de la mayoría: han perdido a su pareja, bien por separación o por viudedad —aunque también hay solteros— y muchos tienen descendencia pero no suelen compartir con ellos las fiestas o solo lo hacen en una de las dos fechas señaladas. «Los hijos, los hijos... Los hijos, hacen su vida», apostilla otra usuaria que acude a saludar a Felisa. «Yo hago amigos rápidamente, pero es que aquí todo el mundo es encantador. Hasta la comida está buena», dice entre risas. Entre los más de sesenta participantes de este primer turno en O Carballiño había vecinos de Burela, Láncara, Sarria, Lugo, Guitiriz, Ferrol, Narón, Fene, Santiago, Padrón, A Pobra, Cambre, Oleiros o Culleredo, entre otros lugares.

«Me sorprendió que fuera gratuita. No me lo creía mucho cuando me lo dijeron», comenta Ana María, una vecina de la localidad lucense de O Páramo. Es primeriza en el programa y cuenta que se animó porque una amiga le había hablado bien de la experiencia. «Me dijo que era maravilloso y a mí me gusta probar las cosas por mí misma sin hacerme muchas ilusiones, porque como la vida ya me decepcionó bastante, ahora, como decía Aristóteles, soy feliz, porque no espero nada de nadie», sentencia. Se ha quedado tan contenta que asegura que repetirá «sin duda ninguna». «A pena é que sexan oito días. Houbo anos que foron dezaseis. Viñamos na véspera da Noiteboa e marchabamos o 7 de xaneiro», apostilla Manolo, uno de los veteranos. Vive desde hace cuatro años en una residencia de Trabada pero conoce al dedillo lo que puede dar de sí la experiencia porque ha participado en 15 de las 20 ediciones. «Estou encantado da vida», asegura. Para él lo mejor de esta experiencia es la posibilidad de hacer nuevas amistades y, de vez en cuando, reencontrarse con los que se conocieron en años anteriores. «Este ano coincidín con tres», apunta. Manuela también tiene rodaje y destaca la oferta de actividades .«Se pasa bien. Hay muchas cosas que hacer. Estás ocupada y no piensas tanto», resume esta viuda.
Para Juanjo del Río, uno de los monitores, la clave del éxito del programa está en los propios participantes. «Vienen con ilusión, con ganas de disfrutar y de aportar para pasárselo bien. El primer año pensé que me encontraría con un ambiente triste, pero es todo lo contrario. Han variado la idea que tenía de ellos. Estamos equivocados con los mayores: quieren divertirse, saben hacerlo y disfrutan de cada oportunidad», asegura.