Caminar sobre un arco a 35 metros de altura, la temeraria imprudencia de tres jóvenes en una de las pasarelas que cruza el Miño en Ourense

M. Rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

M. Arturo Fernández

El paso peatonal de Outariz, cuyo mantenimiento corresponde al Concello, está deteriorado por el paso del tiempo y por los actos vandálicos

02 mar 2023 . Actualizado a las 20:12 h.

La pasarela de Outariz -elegida por tres jóvenes para caminar de forma temeraria sobre sus arcos superiores- es uno de los tres pasos peatonales que comunican ambos márgenes del río Miño en la ciudad de Ourense y que permiten completar un paseo termal de unos 14 kilómetros entre ambas riberas.

La estructura de acero, con un tablero de unos 200 metros de longitud, parte de las pozas termales de Outariz, donde hay una zona de baño pública y gratuita y un balneario privado, y enlaza con la carretera OU-402, en la orilla izquierda del río. Ya desde el tablero hay unas vistas espectaculares sobre el Miño y las termas. Incluso se ha convertido en un rincón romántico con unas barandas llenas de candados de enamorados.

No debió ser, sin embargo, suficiente esta perspectiva para el trío que subió el pasado jueves a lo alto del semicírculo, a unos 12,4 metros sobre la plataforma peatonal, poniéndose en riesgo a sí mismos pero también a las personas que estaban en los baños termales, a unos 20 metros por debajo. Fuentes municipales aseguraron que no tienen constancia de que se haya dado este comportamiento en otras ocasiones. Los jóvenes pusieron en riesgo su vida a 35 metros de altura, en una parte de la infraestructura no habilitada para el paso.

La popular pasarela, ubicada en un espacio público y muy transitado por bañistas -el aparcamiento está en la margen izquierda y las pozas termales en la derecha-, caminantes y deportistas, empezó a construirse en el año 2003 y se abrió al público en el 2006. Es un puente peatonal que consta de dos arcos de luz de 100 metros y una pila central. Su coste fue de 5,2 millones de euros. Actualmente presenta un visible deterioro por falta de mantenimiento. Esta llena de pintadas y hay zonas con óxido y pintura desgastada. 

La pasarela peatonal tiene dos arcos superiores sobre un tablero de unos 200 metros de longitud que comunica ambas márgenes del río.
La pasarela peatonal tiene dos arcos superiores sobre un tablero de unos 200 metros de longitud que comunica ambas márgenes del río. Santi M. Amil

Aunque la construcción de la pasarela fue promovida por la entonces Confederación Hidrográfica del Norte (hoy disgregada a CH Miño-Sil) y financiada con fondos europeos, el mantenimiento corresponde al Ayuntamiento de Ourense, que valoró que el coste de los arreglos que necesita la infraestructura es de más de un millón de euros.

El puente sufre actos vandálicos a menudo y ello contribuyó a su deterioro, además del paso del tiempo. La zona de baño cuenta con vigilantes y también hay cámaras instaladas en el lugar desde hace meses, según indicaron responsables municipales. No obstante, la presencia de los tres jóvenes con su arriesgada conducta tras trepar a lo alto de la pasarela, fue detectada y grabada por viandantes que se encontraban el jueves por la tarde en Outariz. Cuando llegó la policía, ya habían desaparecido.

Las pozas termales al aire libre- uno de los principales recursos turísticos de la ciudad- se reabrieron al público hace un año, después de estar cerradas desde la pandemia por diferencias sobre la interpretación de las normas decretadas por la Xunta para este tipo de instalaciones. Sin embargo, las intensas lluvias y la gran crecida que sufrió el Miño y el resto de cauces por las borrascas invernales causaron daños en las termas, situadas justo en la ribera, en una zona inundable. Hasta mediados de febrero de este año no se pudieron volver a utilizar nuevamente.

El debate sobre si este tipo de recursos deben ser gratuitos o tener un precio de entrada se mantiene con el paso de los años. Por un lado, su gratuidad las hace diferentes a otro tipo de baños termales que hay en la península, y más atractivas para todo tipo de usuarios, tanto para los bañistas habituales como para los que no son tan aficionados a las aguas calientes. Por otro, el acceso libre dificulta el mantenimiento de las áreas, carga sobre las arcas municipales las tareas de limpieza y cuidado y da facilidades para comportamientos indeseados, como los de los jóvenes que subieron a los arcos de la pasarela, y para la comisión de actos vandálicos.