Moncho, el querido utillero y amigo

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Moncho Vázquez, abrazado en un momento del homenaje del sábado en el Pazo Paco Paz.
Moncho Vázquez, abrazado en un momento del homenaje del sábado en el Pazo Paco Paz. Miguel Villar

Exjugadores y compañeros de trabajo recuerdan su importante papel en el COB

19 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La imagen del Pazo Paco Paz puesto en pie coreando el nombre de Moncho Vázquez, el que fue utillero y delegado del COB durante más de 30 años, quedará grabada como uno de los momentos entrañables en la intrahistoria del Club Ourense Baloncesto. Moncho dejó huella en la afición y en todos los que trabajaron con él por su humor, generosidad y humanidad y por aquella «extraña habilidad» para encestar desde el medio campo.

Charo Valado, administrativa

«É moi bo tío, moi xeneroso». La administrativa del COB, Charo Valado, compartía muchos momentos con Moncho en los finales de temporada, en los veranos, y en la última etapa cuando Moncho ya no viajaba con el equipo. Incluso un año, en el 2009, se quedaron ellos solos como únicos dos empleados del club. «Era moi bo tío, moi xeneroso e moi implicado; aínda pasa pola oficina cando cando vén ver os partidos».

  

Chema Royo, preparador físico

«Un ser fantástico». «Fueron casi 30 años juntos. Personalmente, encontré a una persona fantástica, un hombre con una gran humanidad, que siempre quería agradar y ayudar a los demás, algo no habitual en este tipo de deportes profesionales. Se preocupaba por ayudar a resolver cualquier cosa. Acabamos siendo amigos. Fueron muchas horas de viajes largos en autobús y compartíamos habitación. Era asombroso cómo lanzaba desde medio campo y metía canasta. Tenía esa extraña habilidad, tiraba desde abajo, con la mano a cuchara y de los 12 balones del carro metía cinco o seis. El sábado disfrutó del homenaje. Mucha gente mandó vídeos y mensajes al club. Es alguien muy querido por todos, jugadores, cuerpos técnicos y colegio arbitral. Un ser fantástico», dice el preparador físico.

  

Sony Vázquez, ex jugador

«Moi divertido». El que fuera canterano Sony Vázquez recuerda que Moncho le cuidó mucho cuando él llegó al primer equipo con 17 años. «Preocupábase de que estivésemos ben. Era moi divertido, tiña un humor ácido, sarcástico; parecía que estaba enfadado, pero non. Por moi cedo que chegaras ao pavillón, el sempre estaba alí. «Sempre sacaba un sorriso. Enseguida se facía querer. Cando viñan xogadores novos dábanse conta de que era das persoas máis importantes porque sempre coñecía alguén».

  

César Fernández, ex directivo

«Una persona fundamental en el club». El exdirectivo César Fernández considera que Moncho ha sido una persona fundamental en la historia del club, pues estuvo desde el principio con presidentes, entrenadores y jugadores. «Todos los han querido; se ha hecho querer y respetar; prueba de ello son los testimonios que están llegando y la gente que vino al homenaje». Lo lleva a ver los partidos: «En el Pazo se le nota tranquilo y se acuerda más o menos de la gente».

  

Rubén Vila, ex jugador

«Un consejero, un amigo». «Moncho es un tío espectacular. Un padre, un consejero, un amigo con el que tenías confianza más allá del baloncesto. No era solo el utillero, siempre estaba dispuesto a todo. Podías contar con él para lo que necesitaras. Mi familia y yo le tenemos un cariño especial y tenemos contacto. Me quedo con el cariño que le tienen mis hijas, cuando le ven lo abrazan y quisieron ir al homenaje», afirma el exjugador ourensano.

  

Juanjo Bernabé, ex jugador

«Era la persona de referencia». «Vivía para hacer la vida fácil a los demás. Su personalidad es peculiar y su carácter no era fácil de inicio, pero si le caías bien te daba mucho cariño. Era la pieza clave en el inicio de la pretemporada, la persona de referencia que te decía dónde comer o comprar, qué zona era mejor o peor en la ciudad. Compartimos muchas cosas en siete años, con las familias. Me metió en Frei Canedo», ríe el ex base del COB.

  

Gonzalo García de Vitoria, entrenador

«Muy partícipe». «Estuvo ocho años conmigo de delegado y con Camilo de presidente. Era bromista, alegre y muy partícipe de las cosas. Tenía muchas historias y anécdotas. Ha sido muy importante en la historia del club. Nos dimos cuenta de lo que le estaba empezando a pasar porque estaba diferente. Me quedo con el recuerdo del tío campechano», resume el entrenador bilbaíno.