Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

El 28M y el juego del teléfono escacharrado en Ourense

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Manuel Cabezas y Paco Rodríguez, en un acto en el que coincidieron el pasado mes de noviembre.
Manuel Cabezas y Paco Rodríguez, en un acto en el que coincidieron el pasado mes de noviembre. MIGUEL VILLAR

Los próximos días serán cruciales en las negociaciones para buscar una alternativa a Jácome tras un arranque tibio

04 jun 2023 . Actualizado a las 11:11 h.

Hace hoy una semana que las urnas marcaban el camino a seguir en las elecciones municipales de la ciudad de Ourense. Y al igual que hace cuatro años, el mensaje de los ourensanos es que no quieren un gobierno en mayoría. A diferencia del 2019, la lista más votada no fue la del PSOE, sino la de Democracia Ourensana que subió de siete a diez concejales. Es, por tanto, el partido liderado por Gonzalo Pérez Jácome quien tiene la sartén por el mango ya que sino se llega a ningún acuerdo entre partidos él será de nuevo alcalde de Ourense. También al igual que hace cuatro años, las negociaciones se complican toda vez que la Diputación de Ourense está en juego.

La compleja aritmética política en ambas instituciones explica que una semana después de las municipales solo haya trascendido públicamente una llamada entre el candidato del PP, Manuel Cabezas, y el del PSOE, Paco Rodríguez. Ambos dijeron antes del 28M que la situación era excepcional en Ourense y que impulsarían una alternativa a Jácome. Para cumplir ese pacto con la ciudadanía se han encontrado con una doble dificultad añadida a la de poner de acuerdo a populares y socialistas. Ninguno de los dos es la lista más votada y además entre ambos no suman la mayoría de concejales. Por tanto, el BNG tiene que entrar en la ecuación el 17 de junio para que haya una alternativa a Jácome. Ahí son dos las opciones: Cabezas como alcalde por ser el más votado de los tres o un bipartito PSOE-BNG, apoyado por el PP en la sesión de creación de las corporaciones.

Aunque las posturas están claras, lo cierto es que una semana después los tres alcaldables parecer jugar al teléfono escacharrado. De la llamada en buena sintonía de Cabezas a Paco Rodríguez se pasó al plantón del segundo por indicación de Santiago y a la también negativa de Luis Seara porque nadie le marca a él los tiempos. Entremedias, el mensaje enviado por socialistas y nacionalistas apunta a que la decisión del futuro de Ourense se tomará en Santiago dentro de un marco global de pactos, con lo que el mensaje de una situación excepcional de la tercera ciudad de Galicia parece que se diluye.

Con el juego del teléfono roto, los tres partidos han perdido una semana para sentarse y negociar políticas y poner en común programas. La imagen, de momento, contrasta con la vivida hace cuatro años cuando se sucedieron las reuniones de los alcaldables en el Liceo. Una ronda de contactos, por cierto, a la que sí asistió Jácome quien en aquella ocasión negoció primero con el PSOE y luego llegó a un acuerdo global con el PP para repartirse el Concello y la Diputación.

En esta ocasión, el alcalde en funciones se lo ha tomado con más calma. Conocedor de que tiene las mejores cartas al ser más votado en Concello y ser llave en la Diputación, opta por tirar de su mantra habitual. «Gonzalo Pérez Jácome pacta con el diablo si con eso consigue el cielo para Ourense», dijo en sus hasta ahora únicas declaraciones públicas después de la jornada electoral.

La semana que viene se antoja decisiva para conocer el futuro de ambas instituciones, toda vez que PSOE y BNG deben fijar sus posturas. El PP, mientras tanto, sigue abierto al diálogo con ambos partidos.