«Dos bailes do Cristo saíron moitos matrimonios, un o meu e van 54 anos»

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

Julio Mourelo dio el pregón en una abarrotada praza Maior de O Barco.
Julio Mourelo dio el pregón en una abarrotada praza Maior de O Barco. Lolita Vazquez

Julio Mourelo dio el pregón de apertura de las fiestas patronales de O Barco

14 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Trabajador jubilado de banca, a lo largo de su vida Julio Mourelo compartió su faceta familiar con la pública. Y no era de los que iba de casa al trabajo y vuelta, sino que durante años fue también director del coro de Viloira, tesorero de la cofradía Jesús Nazareno, del Orfeón Valdeorrés y del Casino, y director de Cáritas de Valdeorras.

Con todo eso vivido, Mourelo decidió que en el pregón de las Festas do Cristo no iba a nombrar a casi nadie. Fue una reflexión hábil, consciente de que alguien se le iba a olvidar y así evitaba disgustos y cabreos. Por eso no dio muchos nombres más allá de los que está en el imaginario colectivo de los que, como él, frisan los ochenta. Y lo que hizo fue recordar su infancia y su adolescencia antes de volver al presente, siempre asociando sus memorias a las Festas do Cristo. Por eso quiso empezar recordando a los que un día se fueron de O Barco buscando una vida mejor, pero cada septiembre vuelven a casa para disfrutar del Nazareno. Y también tuvo un recuerdo para los que ya no pueden venir. «Lembrámosvos e levámosvos nos nosos corazóns», remarcó.

Recordó las «propinas» que los tíos le daban cuando venían a la fiesta, las mañanas del 14 de septiembre ayudando a su padre en la churrería que tenía entre dos acacias en el Porto da Barca, la solemnidad de la procesión, el palco de madera gris azulado que se instalaba en la plaza, las banderas, las lanchas del Gallufo, los helados de Agustín, los barquillos de Julio, los pasteles de o xuiz, la llegada del primer carrusel... Aquel niño y sus amigos crecieron y descubrieron las bondades del baile «para ligar coas mozas que xa nos facían tilín». Él se preparó a conciencia y le pidió a su madre que le diera clases. «Daqueles bailes saíron moitos matrimonios, un deles o meu e van 54 anos», recordó.

Citó el cine, la creación del CD Barco, los pinitos en el hockey sobre patines o el Descenso do Sil. Los años pasaron y no crecieron aquellos jóvenes, sino que también lo hizo el propio ayuntamiento. Y las fiestas se trasladaron al Malecón, ocupando ahora todo el espacio desde la praza Maior hasta el final del paseo. Invitó a todos los presentes a disfrutar de la fiesta. «Abrazádevos, bailade, cantade, ride, tomade un chanqueiro deste bo viño da nosa terra», dijo. Y añadió: «Que a explosión da vosa alegría non teña máis límite que o do respecto aos demais. Un pobo que sabe divertirse a fondo, en paz, harmonía e respecto é un pobo culto e sabio».

Con un «Vivan as Festas do Cristo» coreado por el público cerró el pregón y sonó el chupinazo que marca el inicio de cinco días de fiestas en honor al patrón.