La reforma del tapete del estadio ourensano deberían facilitar su reapertura en el próximo enero
18 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La segunda fase de la remodelación del Estadio de O Couto afronta su tramo decisivo, con la instalación del nuevo césped natural y un sistema de drenaje que debe garantizar su óptimo mantenimiento en las próximas temporadas. Se trataba de uno de los puntos fuertes del proyecto de la Xunta de Galicia, propietaria de la infraestructura deportiva, que acoge a los dos principales equipos de la ciudad y, en un futuro, debe ser también un escenario idóneo para eventos de la máxima relevancia.
La misión fue encomendada a la empresa portuguesa RED, encargada de mimar las superficies en las que juegan hasta ocho equipos de la máxima categoría del país vecino, sin olvidar otras instalaciones de la propia federación lusa. Así lo reconoce Manuel Pérez, jefe del Servicio de Deportes de institución autonómica en la provincia: «Es una garantía, porque se trata de una firma con una notable experiencia en cuanto a campos de fútbol y adaptarán el nuevo césped a todos los requerimientos de la FIFA». Y es que el organismo balompédico internacional será el encargado de otorgar la homologación del máximo nivel que los responsables de la instalación pretenden conseguir.
Para eso se realizarán hasta tres pruebas para determinar la idoneidad del nuevo tapete ourensano, con vistas a disputar partidos internacionales. Son exámenes que ya ha superado la empresa lusa en estadios como los del Benfica y Oporto, habituales en la Champions League y otros como el Sporting Clube o el Sporting de Braga.
Con el verde apoderándose de la nueva imagen de un estadio que ya acumula varios meses en obras, también destaca sobre manera el rectángulo de ese mismo color en la zona de calentamiento, frente a la grada de fondo. Se trata de un vivero que proveerá césped de las mismas características y que crece al mismo tiempo que el del terreno de juego. Será una alternativa importante —y cercana— a zonas que puedan sufrir un mayor deterioro, o bien que sean más castigadas por el desarrollo del juego, como suele ser la ubicación del portero en el área o áreas del medio campo.
Cabe recordar que el proyecto se inició en julio del pasado 2022, en un curso deportivo en el que no se interrumpieron partidos oficiales, ya que los trabajos se centraron en el exterior, en los graderíos y en el nuevo edificio administrativo, superando los 1,8 millones de euros de inversión.
Para la segunda fase estaba previsto un capítulo monetario con 700.000 euros, centrado en la citada renovación del césped y sus sistemas de mantenimiento. Esta vez si fue necesario que se mudaran a Oira tanto la UD Ourense como el Ourense CF, que esperan regresar cuanto antes. El citado jefe de servicio de Deportes cree que se cumplirán los plazos: «Depende de distintos factores externos, como puede ser el clima, pero sí creemos que se podrá utilizar el campo a partir de enero. Lo importante es que dispongamos de un campo con las mejores características para jugar al fútbol».