El Arenteiro gana en Sabadell y firma números de permanencia (0-1)

El Club Deportivo Arenteiro también es temible fuera y sumó en una plaza con solera como la de Sabadell una victoria con personalidad y con solvencia, frente a un contrincante que venía de dar el callo en Riazor y que se juega la vida para mantenerse un año más en la Primera Federación: 0-1.

Arrancó en modo intimidatorio el plantel catalán, que obligó a Germán Nóvoa a sacar un balón casi en la línea en el primer minuto, tras una loable acción del canterano Marc Marruecos. Antes de cumplirse el primer cuarto de hora, fue Abde Damar el que robó un balón a Marino y se encontró con una mano dura de Diego García, que le negó el gol.

Y eso que los hombres de Javi Rey ya estaban estirándose y demostrando que eran capaces de inquietar a la zaga local. Un centro medido de Pibe fue cabeceado por Christian Santos, que no logró colarla entre los tres palos por cuestión de centímetros. A la siguiente, llegó el gol. Fue una buena incursión de Iván Ramos por el carril diestro y su pase al área lo remató Luis Chacón. Ortolá rechazó el chut, pero no pudo con el segundo intento del de Pontedeume, que anduvo listo en el rectángulo pequeño.

La diana calentó a los hombres de Óscar Cano, que se volcaron sin esperar más. Moyano anotó tras un envío desde la derecha, pero su posición estaba en claro fuera de juego. El arreón continuó con una porfía de Vladis en el área que le tapó Diego García, aunque finalmente el balón se fue a la madera. Ya al filo del intermedio, un testarazo del correoso Vladis lo solucionó Diego con un vuelo, para desviar el cuero por encima del travesaño.

Se esperaba, de todas maneras, un segundo período con los catalanes dispuestos a evitar el revés y, al menos, forzar un empate. Y el Arenteiro no flaqueó. Marc Domenech no tardaba en dejar a Moyano en una inmejorable posición para el remate en el corazón del área, pero quiso ajustar mucho y se le fue. Por el ala izquierda progresaban con peligro los anfitriones y otro centro de Herrero no lo engancharon ni Abde Damar ni Antonio Moyano.

Ambos técnicos movieron sus fichas y Álvaro Ramón volvió a ser desequilibrante en su lateral, con una llegada al área que atajó Ortolá, sin que Esquerdo pudiera anotar en el rechace. Cuando más apretó el Sabadell, a falta de veinte minutos, Soto se encontró con el sobrio Diego y Nando García no supo definir una buena dejada del espigado Manel, que intentaba echar más madera a la última andanada.

Los verdes terminaron de enfriar la presión con una gran oportunidad de Álex Cardero, que evitó Ortolá en dos tiempos. El último susto, en la prolongación, lo firmó Álex Guarda, pero Diego García optó por despejar y alejar el esférico. Nadie les quitaría esos puntos, pensó.

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