El caso contra un acusado de grabar y difundir vídeos sexuales de novias y compañeras de trabajo llega a la Audiencia de Ourense

La Voz OURENSE / LA VOZ

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Audiencia Provincial de Ourense
Audiencia Provincial de Ourense Miguel Villar

La Fiscalía pide 29 años de cárcel para el sospechoso al que acusa de pornografía, descubrimiento de secretos y exhibicionismo

04 abr 2024 . Actualizado a las 15:09 h.

Tras haber sufrido dos aplazamientos en el año 2023, el juicio contra un hombre al que se le acusa de haber grabado vídeos sexuales de novias y compañeras de trabajo para luego difundir esos contenidos se celebrará este jueves, 4 de abril, en la Audiencia Provincial de Ourense. La que se pide para este sospechoso, 29 años de cárcel, es una de las penas más altas que se han puesto sobre la mesa de este tribunal y es consecuencia de los graves hechos que se le atribuyen, imputándosele delitos de pornografía infantil, descubrimiento de secretos y exhibicionismo.

Está previsto que se celebre a puerta cerrada un caso que se remonta al mes de julio del 2020. Los investigadores del grupo de delitos tecnológicos de la Guardia Civil intervinieron en una vivienda de Santiago material ilegal que el propietario del piso, un hombre de 50 años, había ido almacenando durante años. Fotos y vídeos de exnovias y exparejas desnudas o manteniendo relaciones sexuales; imágenes de compañeras de trabajo obtenidas con cámaras ocultas que había colocado en el baño de su oficina, y grabaciones con una menor como protagonista. Todo un arsenal de material pornográfico que el sospechoso había compartido con otros usuarios. 

Fotos de nalgas

Antes de estar en la capital gallega el sospechoso residió en Ourense, lugar en el que también vivían algunas de sus víctimas, todas mujeres. Una de ellas fue su exesposa. Se sospecha que durante más de una década el acusado se hizo con 278 archivos pornográficos con ella como protagonista y que muchos de ellos los consiguió con una cámara oculta en el baño. Otra de las víctimas fue su compañera sentimental que, sin saberlo, fue grabada durante videollamadas en las que ambos mantenían relaciones. Los agentes descubrieron carpetas en las que esta mujer aparecía desnuda o en situaciones comprometidas. Llegó a almacenar 133 fotos de sus nalgas.

En su trabajo el acusado mostró, se sospecha, el mismo comportamiento. Recoge el escrito de acusación que instaló una cámara oculta en los baños de la empresa para descubrir la intimidad de sus compañeras.