Moncho López, entrenador del COB: «El Ourense de ACB siempre fue una referencia del baloncesto gallego»

Ramón López Suárez (Narón, 1969) es uno de esos enamorados del baloncesto que se situó pronto en el banquillo, con la finalidad de potenciar las virtudes de sus jugadores. Incluso dirigió a integrantes emblemáticos de la familia de la selección española, como Pau Gasol, Navarro, Calderón o Garbajosa, en la final del Eurobasket 2003, en el cual la Lituania de un Jasikevicius MVP les birló el oro. Tras varios años en la élite y notable experiencia internacional, su regreso a Galicia lo acerca a la escalada de un Club Ourense Baloncesto que pretende consolidar su línea ascendente. Y a Moncho ya se le ve implicado en la causa.

—¿Estaba en sus planes regresar al baloncesto español después de tantos años alejado de estas competiciones?

—La verdad es que tenía en mente la idea de reespañolizarme en lo que al baloncesto se refiere. La experiencia en Japón fue muy buena. Fukuoka era un equipo de Segunda División que estaba cosechando malos resultados. Nos salvamos con ciertos apuros el primer año y al siguiente fuimos terceros de la liga regular. Incluso estoy seguro de que ascenderá este año. Tenía una opción para un año más, pero después de hablarlo decidimos poner fin a esa etapa y le dije a mi agente que me buscar algo en España, donde el nivel sube año a año.

—Entonces surgió la propuesta del COB.

—La verdad es que estábamos apuntando a esa nueva Primera FEB, porque estuve siguiendo ese torneo de cerca. Se estaban cerrando las opciones y, cuando apareció Ourense, la verdad es que fue una de las negociaciones más cortas de mi carrera. Sergio Pérez (director deportivo) y yo fuimos muy francos en cuanto a lo que podíamos aportar en una y otra parte. Después me llamó también el presidente Eduardo Villar, que fue muy positivo en todo momento. Tuve pocas dudas. El Ourense de ACB siempre fue una referencia del baloncesto gallego para mí, junto al Breogán y el OAR.

—¿Es un proyecto a largo plazo, aunque sabe que hoy se exige ganar desde el principio?

—La propuesta que me mostraron es ambiciosa, aunque todos sabemos que en la liga de este año hay muchos tiburones con grandes presupuestos y aspiraciones. Aún así, este es un club con buenos mimbres. He visto como han trabajado desde el regreso a la categoría y rozaron el playoff de ascenso. Es un club arraigado en una ciudad de baloncesto, con mucha gente vinculada al deporte en la estructura del club y que está en una buena dinámica, con buen ambiente, con peñas. También hablé con Félix Alonso, el anterior entrenador, y me aseguró que el público era su mejor activo. Desde luego, vamos a buscar resultados desde el primer momento y si somos capaces de dar el salto hasta entrar en las eliminatorias, será fantástico.

—¿Tiene claro el estilo de baloncesto que desplegará su equipo?

—Estoy convencido de que el baloncesto de un equipo debe adaptarse a sus jugadores. Sergio tiene muchas gestiones avanzadas y yo estoy en una fase de análisis de la categoría y de lo que será nuestra plantilla. El modelo del club me parece muy válido en una categoría en la que todas las plantillas se parecen bastante en su estructura. Nos gustaría un nucleo duro de jugadores nacionales que aporten muchos minutos y que quieran crecer. Un exterior muy anotador y pívots diferentes, teniendo en cuenta que ya tenemos a un Romaro Gill que es uno de los gigantes del torneo. Las combinaciones son infinitas en este deporte, pero dependerán de los jugadores que consigamos. Por mi parte seguiré siendo muy tozudo con el día a día, manteniendo una disciplina de trabajo y exigiendo a los deportistas que controlen su peso y mantengan su cuerpo en forma para rendir al máximo. En cuanto a sistemas ya nos adaptaremos a lo que nos venga mejor, aunque me gustaría un juego equilibrado.

«Me gusta invertir tiempo y trabajo en el progreso de los jugadores jóvenes»

Moncho López tiene suficiente experiencia en el baloncesto profesional como para marcar un rumbo que mezcle competitividad y progresión. En Ourense también disfrutará de ese desafío.

—¿Cómo se plantea este objetivo a dos años?

—Tengo dos temporadas para desarrollar una planificación, aunque está claro que en deporte profesional tienes que ganar cuanto antes. Es mi año cero, aunque el club ya tocó el playoff en la pasada temporada. A mí me gustaría estar varios años en Ourense y, de hecho, tengo opción a un tercero según algunas variables. Pero soy, en general, un entrenador al que le gusta continuar su trabajo allí donde voy. Estuve ocho años en la federación española, cuatro en Gijón, trece en el Porto, incluso dos en Japón, donde los entrenadores se comprometen a más corto plazo. Aquí, además de los resultados, me gustaría crecer con el club, porque sé que también están haciendo un importante trabajo de oficina en la búsqueda de recursos.

—¿Es un año cero para usted?

—El club ya lo hizo bien la temporada anterior, pero para mí será un año cero. Conozco a los jugadores que se han quedado, menos a Isaac, pero es chulo pensar que sube al primer equipo el hijo de Sony Vázquez. Me gusta invertir tiempo y trabajo en el progreso de los jugadores jóvenes. En el mismo club me hablan de reconstrucción y todo lo que se avance año a año será positivo.

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