Comenzó a hacer figuras para tener la mente ocupada y acabó montando un belén de 10 metros en el Hospital de Verín

María Cobas Vázquez
María Cobas OURENSE

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La Voz

La TCAE Lourdes de Gil lleva desde mayo trabajando en un proyecto totalmente artesanal

10 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo está hecho a base de materiales reciclados, desde vasos de plástico a tubos de cartón, pasando por piñas o retales de tela. Con esa materia prima, mucha imaginación y no menos trabajo, Lourdes de Gil Gago dio forma al belén que decora la entrada del Hospital Comarcal de Verín. «Comencé a finales de mayo. Estaba baja de moral y necesitaba un escape, estar entretenida», comenta esta técnica de cuidados auxiliares de enfermería. Hace dos años había hecho un belén con casitas en miniatura y decidió pasarlo a una escala mayor. E ideó los muñecos, a los que dio forma con dos vasos de plástico, tubos de cartón y una pelota —de las de las piscinas de bolas, que ella recicló de la que ya no usan sus nietos—. La tela de una combinación le sirvió para las caras y los trajes los fue haciendo con retales. Cuenta que sus compañeras de planta —trabaja en la unidad amarilla, de cirugía— les iban trayendo puntillas y telas. «Se convirtió en un reto. Llegaba a casa de trabajar y estaba deseando ponerme para hacer algo, porque estaba haciendo una cosa y ya tenía la siguiente en mente», cuenta divertida. Al final sumó hasta 40 muñecos, que van desde los Reyes Magos a los pajes, la mula, el buey, el alfarero, las ovejas y hasta un peregrino. Y también todo un poblado con edificios, palomar, fuente... «Las casas de los pueblos de montaña son pequeñas, pero las otras miden 70 o 80 centímetros de alto, porque dentro está el personaje, como el alfarero con las vasijas de barro», relata.

Para ir dando forma a su belén, de vez en cuando pedía a los compañeros que le guardasen material que se iba a tirar en el hospital, como los marcos de cartón que traen los pedidos de diálisis o el papel de embalaje que recogen los de limpieza. Con ellos daba forma a las construcciones o a las rocas del paisaje, respectivamente. Además, sus compañeras quisieron colaborar económicamente para sufragar la silicona y las pinturas, que fueron los únicos productos que De Gil tuvo que comprar. «Yo no les pedí nada, pero ellas iban aportando lo que querían y es un detalle», señala la TCAE, que añade: «Al final estamos todas ilusionadas con la decoración y querían colaborar».

De Gil con el belén que realizó a mano y que está instalado en el Hospital Comarcal de Verín.
De Gil con el belén que realizó a mano y que está instalado en el Hospital Comarcal de Verín. SERGAS

Tanto trabajó De Gil en su proyecto que al final dio forma a un belén de unos diez metros. Y al darse cuenta vio el problema: «En la unidad no podíamos ponerlo porque no tenemos sitio suficiente». Su preocupación se disipó pronto, ya que la gerente, Guillermina Agulla, enseguida la invitó a colocarlo en la entrada del hospital. De esta forma, además, puede verlo mucha más gente que los hospitalizados, ya que está en la zona de paso de quienes acuden a consultas externas o de visita. 

El belén puede visitarse al menos hasta el día Reyes. «Y después lo dejaré como una donación», señala De Gil, que avanza que ya está pensando en las figuras que añadirá el próximo año. En su cabeza están el frutero y el zapatero, entre otros.

Decoración también para la unidad en la que trabaja

Con todo el trabajo que llevó el belén, De Gil no se quedó ahí. Dice que le sabía mal que no hubiese decoración en su unidad, así que se puso manos a la obra y dio forma a un cascanueces y un reno gigantes. Además, pintó varios círculos de madera que colgó por las paredes. «Me entretiene y disfruto mucho haciendo manualidades», remata.