O Carqueixal acogió un amigable entre su actual plantilla y la del 2015
29 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A las puertas del décimo aniversario de su refundación, el Club Deportivo Seixalbo organizó un partido de fútbol muy especial, al cruzar a dos generaciones de su primer equipo en el Campo de O Carqueixal, donde ni siquiera la climatología adversa le quitó emotividad al encuentro amigable entre su actual formación de la Primera Futgal con la plantilla del 2015, la que devolvió al pueblo al entorno del balompié federado.
En estos casi diez años, el Seixalbo ha logrado dos títulos y tres ascensos, además de disputar partidos en todas las provincias gallegas e incluso en el extranjero. De la filosofía de la entidad, que además de la promoción del deporte, incluye el objetivo de prestar distintos servicios a la comunidad, también se han llevado a cabo numerosas acciones solidarias que han llegado hasta el Sáhara y las comunidades indígenas en Argentina. Actualmente, su primer plantel compite en la máxima categoría provincial, un mérito excepcional para un humilde club que juega en un campo de tierra y cuenta con una afición incansable que apoya al equipo sin condicionantes.
Se hecho, en el festejo fijado para la jornada de ayer, el saque de honor correspondió al capitán del equipo suizo One B, con el cual los de O Carqueixal disputaron un doble enfrentamiento en el estadio de Vevey (Lausana, Suiza), con devolución de visita en su feudo ourensano.
Como árbitro contaron con la presencia de Yago del Pino, asistente de Tercera Federación, al que auxiliaron en las los colegiados y vecinos de Seixalbo, Javier Álvarez Pérez y André Pérez Casares.
Fue el primero de los actos previstos para esta campaña futbolística, como confirmó el presidente de la escuadra azulona, Manolo Garrido: «Aún no sabemos que formato definitivo le daremos a los otros dos actos, pero aunque queríamos aprovechar las fechas navideñas para contar con esa gente que vuelve a casa, al final la niebla nos jugó una mala pasada y también queremos hacer algo vistoso cuando mejore el tiempo».
Garrido Grande también señaló que la jornada terminada ante la mesa y el mantel fue provechosa para reunir a dos generaciones de la historia reciente de una sociedad deportiva que sigue mostrándose inquieta al planificar estrategias de futuro. La próxima, la de cambiar la superficie de su viejo campo: «Los equipos de base solo pueden jugar en superficie sintética y, aunque nos frenaron temas burocráticos, creemos que pronto conseguiremos desbloquearlos. Es un paso prioritario para crear una escuela de fútbol, aprovechar la cercanía al colegio y recuperar a niños que se fueron a otros clubes».