Casi 500 niños han nacido en el paritorio de Verín desde que la movilización social logró su reapertura
![María Cobas Vázquez](https://img.lavdg.com/sc/C4TDK8nrFsOiOlHXWVn_fgtRvvE=/75x75/perfiles/148/1648122218978_thumb.jpg)
OURENSE
![Durante los dos meses de cierre del paritorio hubo varias manifestaciones, todas multitudinarias.](https://img.lavdg.com/sc/Lkli9Jf8-oQjA5YGD6YnZ3bKHm4=/480x/2025/02/01/00121738447922827911414/Foto/O05D9113.jpg)
El martes se cumplen cinco años: «El respaldo de la gente lo hizo posible»
02 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Este martes se cumplen cinco años de la reapertura del paritorio del Hospital Comarcal de Verín. Un lustro desde la última gran movilización social que se saldó con victoria. La presión de la ciudadanía logró revertir la decisión de cerrar la sala de partos, obligando a las embarazadas a acudir al CHUO para tener a sus hijos. Cientos, miles de personas se echaron a la calle en numerosas ocasiones (con encierro en el hospital incluido) para rechazar un acuerdo tomado desde la gerencia del área sanitaria aludiendo a la «drástica redución» de nacimientos. «Os datos, sumados aos riscos que comporta esta reducida actividade, non aconsellan unha unidade hospitalaria», argumentaron entonces. Los profesionales (ginecólogos y matronas) fueron los primeros en rechazar el cierre, sumando después a la ciudadanía y a los políticos. Todos los partidos coincidieron en posicionarse del lado de la sociedad, sin fisuras, al entender que el cierre de la unidad de partos condicionaba la atención asistencial de la población y recortaba servicios básicos. Precisamente conformar ese bloque compacto fue lo que llevó a la Consellería de Sanidade a dar marcha atrás dos meses después.
Pasado un lustro, el Hospital de Verín sigue atendiendo partos con total normalidad. De la asistencia a las madres y a los bebés se ocupan dos pediatras, tres ginecólogos y seis matronas. El servicio está ahora al completo en cuanto a dotación de personal. En enero hubo nueve nacimientos, una cifra que no se mueve en la media habitual en el centro. Se suman a los casi 500 niños nacidos desde que se reabrió la unidad. El 2019 (el paritorio se cerró en diciembre) se registraron 64 nacimientos. Al año siguiente (de nuevo, el balance se ciñó a once meses, ya que no funcionó el paritorio en enero) fueron 110, lo que supuso un aumento del 42 % respecto al anterior. En el 2021 fueron 96 y en el 2022, 111. En el 2023 se registraron 89 partos y el 2024 se cerró con 72. Las cifras de natalidad muestran una curva en descenso, siguiendo una tendencia generalizada no solo en Ourense o Galicia, sino en toda España.
«Nos usaron de excusa para justificar una medida impopular»
«El respaldo de la gente lo hizo posible». Así resume la matrona Belén Vázquez lo vivido cinco años atrás. «A nivel profesional fue muy reconfortante ver la respuesta de la sociedad. Nos ha marcado para toda la vida», dice Vázquez. Y añade: «Fue un ejemplo de que realmente lo que pesa es la movilización social».
«Pocas veces un compañero va a tener el apoyo que tuvimos nosotros. Fue muy bonito todo lo hizo la gente, también con nuestra ayuda, para defender el servicio», relata el ginecólogo Rogelio Viñán, que dice que la respuesta social le sirvió de desagravio ante «el ataque profesional que sufrimos». Y añade: «Hicimos lo que pudimos para defender el trabajo, la familia y la comunidad».
«Recuerdo la parte de que cerraban el paritorio como una amenaza y la parte de la lucha con mucho cariño. La gente tenía las cosas claras y no hizo caso a la desinformación, sino que se unió, luchó y lo consiguió», apunta el jefe del servicio de Ginecología del hospital, Javier Castrillo. Destaca además que fue una reivindicación social «muy cívica, respetuosa, tenaz y bien llevada; pacíficamente se consiguió dar marcha atrás a algo que parecía no tener vuelta». Castrillo lamenta los «argumentos mezquinos» utilizados desde el Sergas. «Nos utilizaron como excusa para justificar una medida impopular. Quisieron venderlo como un favor y eso es rizar el rizo», dice. En todo caso, coincide con Viñán en que el apoyo de los vecinos sirvió como resarcimiento ante el agravio.
Velas, música, teléfono directo con la matrona 24 horas o cuarto individual... los reclamos del hospital para atraer a las embarazadas
Lo sucedido hace cinco años fue una situación tensa en la que los profesionales del Hospital Comarcal de Verín incluso denunciaron presiones. Pero todo aquello pasó y ahora, cinco años después, el balance es positivo. Por lo conseguido de manera directa: reabrir el paritorio; y también de forma indirecta: hubo mujeres que conocieron la existencia de la unidad de partos y apostaron por el comarcal para dar a luz a sus hijos. «Nos caracteriza que el parto es mínimamente intervencionista», explica la matrona Belén Vázquez. Asegura que intentan dar respuesta a todas las peticiones de las mujeres y por eso preparan el plan de parto, para saber qué les gustaría y lo que no. «Nos piden que pueda estar un hijo, música, velas... Para nosotras son cosas habituales porque las tenemos normalizadas», dice. También recogen otras cuestiones relativas a la realización de una episotomía o la colocación de vías, o incluso de las vitaminas que se administran a los bebés llegado el caso.
Además, hay otras cuestiones más allá del parto que también son muy valorados por las mujeres. Cita la matrona el hecho de que están en cuartos individuales. «La gente valora muchísimo no estar en una habitación compartida en un momento así», señala. Y también está muy bien visto el servicio de atención telefónico que las matronas pusieron en marcha durante la pandemia y que siguen manteniendo. Abierto tanto a mujeres embarazadas como a las que ya han tenido al bebé, pueden consultar sus dudas por teléfono, desde cuestiones relativas a la lactancia a alguna situación anómala sobre la que dudan si tienen que ir a Urgencias o no.
El servicio sueña con ampliar su cartera de opciones para las parturientas. «Llevamos años pidiendo una bañera para tener partos en el agua. Hay espacio y las instalaciones son idóneas, pero hasta ahora nunca nos la han concedido», señala Vázquez.