La fe del Arenteiro enmendó una tarde aciaga y salvó un punto ante el Sestao (2-2)

Si no puedes ganar, empata. El Arenteiro ya atesora 40 puntos, por mucho que le tocara picar piedra para derribar la pared de un Sestao River que nadó a favor de corriente en la primera mitad. Los hombres de Raúl Jardiel no exhibieron esta vez un fútbol creativo y se encontraron con un 0-2 en contra, pero le regalaron a su público el buen sabor de boca final para una tarde festiva, amarrando al menos un punto: 2-2.

Saltó al campo el once verde demasiado blando y eso le creó problemas para darle continuidad a su juego, una situación que se agravó a los seis minutos, cuando Jon Rojo profundizó por la izquierda en una defensa de mantequilla y habilitó a Diego Aznar, quien definió con solvencia en el área.

Los de casa golpearon la mesa y lo intentaron con un centro chut de Iano, que no enganchó ninguno de sus compañeros. Las dos líneas de cuatro, muy juntas, de los vascos era casi impenetrables para un cuadro carballiñés que tardó veinte minutos en trenzar una acción más incisiva, con óptimo servicio de Jaume Cuéllar para Marcos Baselga, que el maño cabeceó mal. Otra incursión del internacional boliviano por su carril terminó en un pase extra que no encontró rematador y, a la media hora, llegó la segunda bofetada del equipo de Las Llanas.

Sergi García progresó en la frontal del área, deshaciéndose de los hombres de cierre y le regaló el esférico a Diego Aznar, que anotó con tranquilidad. La mochila de los anfitriones pesaba el doble y también tocó apelar a la estrategia, en concreto a un centro de David Ferreiro que no remató bien Yac Diori por arriba. Poco después, Adrián Cruz —sustituto del sancionado Solar— también firmó un testarazo que aseguró un bien situado Herrerín. El portero con experiencia en Primera División detuvo más tarde otro tiro con menos ángulo de Cuéllar, en una andanada que cerró a la contra el Sestao, con Jon Etxaniz chutando fuera un regalo de los cierres locales. Lo mejor para el Arenteiro fue que sacó petroleo del alargue de ese período inicial. Jordan se hizo hueco en una diagonal y se la puso a Pascu, quien burló a su marcador con el adorno de un remate forzado que no pudo alcanzar el arquero y terminó en la jaula. Vida para el conjunto dirigido por Jardiel, que llegaba con las espadas en alto al segundo tiempo y con la convicción de que la remontada era posible.

La primera de esas intentonas fue un saque de esquina en corto hacia Ferreiro, que obligó a Herrerín a repeler su malicioso envío al área. Con Ángel Viadero obligado a recomponer la estructura visitante, tras las lesiones de Sergi García y Etxaniz, los vizcaínos se iban hundiendo frente a su área, a la vez que agotaban sus ventanas de cambios a los 64 minutos. Ferreiro venía de inquietar con disparo que se alejó del marco rival y un Leandro más fresco se fue de Pascu y Mangel, sin encontrar espacio entre palos.

A partir de ahí, el Arenteiro se fue a por todas, terminando con una alineación repleta de hombres de ataque. El veterano Ferreiro lo volvió a dejar todo en el campo y armó un misil que se le fue arriba. Después llegó el turno de Baselga, derribado en el área con una entrada por la espalda, sin que el árbitro se decantara por la pena máxima. Herrerín se adelantó al mismo ariete y el empuje carballiñés languidecía, pero no cesaba. Así, en el minuto 91 volvió a emerger Pascu Alba. El de Santa Pola venía de un doblete en el Johan Cruyff y realizó un gran esfuerzo como carrilero en el último arreón verde. Llegó a boca de gol para igualar con la asistencia del debutante Sergi Esteban, que había desbordado por la banda contraria. Espiñedo creía en la remontada y el choque se fue al 96. A Curro se le fue por encima del larguero un intencionado tiro, como a Baselga ya en el epílogo. La x fue inevitable a esas alturas.

---

---

---