Jácome justifica la «canibalización» de uno de los «busitos» comprados por el Concello de Ourense en Turquía

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Los microbuses suelen estar aparcados en una nave de Quintela.
Los microbuses suelen estar aparcados en una nave de Quintela. SANTI M. AMIL

El PP salva al alcalde ourensano de la reprobación por la compra de los vehículos

04 abr 2025 . Actualizado a las 20:16 h.

El pleno que el Concello de Ourense celebró este viernes debatió, a propuesta del BNG, la reprobación del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, por la compra de los «busitos», el nombre con el que el regidor ourensano bautizó a los quince microbuses adquiridos por algo más de dos millones en Turquía. La iniciativa recibió el apoyo del PSOE, pero el PP se abstuvo, salvando así a Jácome del reproche plenario, que por otra parte no tendría ningún efecto práctico.

El alcalde defendió la adquisición —que calificó como «una ganga»— e insistió en que Isuzu, la marca de los «busitos», es «de las más famosas del mundo». Además, leyó un comunicado remitido por el fabricante. «El inicio y la puesta en marcha de nuestros autobuses en Ourense no fue el mejor», empieza reconociendo la empresa, que continúa justificándose de este modo sobre el proceso de fabricación en Estambul: «Los vehículos llegaron con retraso y algunos problemas como consecuencia de la situación de la pandemia que acabamos de pasar y de los dos terremotos acaecidos en Turquía, que afectaron gravemente a los proveedores». Para tratar de resolver esta situación, según dice la compañía, sus ingenieros visitaron en varias ocasiones la ciudad y a día de hoy uno de ellos «habla todos los días con el equipo de la empresa operadora para solventar los posibles problemas».

La reprobación del alcalde la defendió el portavoz nacionalista, Luis Seara, que hizo hincapié en que uno de los «busitos» no llegó a recorrer un solo metro y fue utilizado a modo de desguace para proveer de piezas al resto de la flota y poder reparar sus frecuentes averías. Jácome restó importancia a esa circunstancia y corrigió a Seara porque «en términos técnicos, se llama canibalización». Afirmó, en todo caso, que era algo «provisional» y que ya está circulando. El comunicado remitido por el fabricante y leído por Jácome se explica de este modo: «El taller que teníamos en Ourense nos ha comunicado por escrito que no puede dar el servicio en Ourense y que busquemos un nuevo taller. Estamos trabajando para nombrar un nuevo taller lo antes posible y este nuevo taller tendrá, al igual que el anterior, un stock de seguridad de piezas Isuzu Bus».

La compra de los «busitos» mereció la crítica unánime de todos los grupos de la oposición, pero el PP no se sumó a la reprobación de Jácome. El concejal Pepe Araújo recordó que él mismo defendió el año pasado una moción sobre este asunto y en aquel momento el BNG se abstuvo. Ahora, según dijo el edil popular, el Bloque estaría «intentando aproveitarse para eles medrar politicamente». Así pues, el PP optó por la abstención y solo el PSOE votó a favor de reprobar al regidor. La socialista María Fernández recordó el reciente auto judicial que reitera la obligación del Concello de indemnizar a la empresa concesionaria del transporte urbano con cerca de 17 millones y Jácome culpó al PSOE porque, en el año 2015, cuando el contrato entró en precario, lo podría haber prorrogado cinco años más sin necesidad de actualizar precios, algo que Fernández negó. «Habrá gente que piense que os dieron un dinero, yo lo creo», dijo el alcalde, que reconoció no tener pruebas de ello. Luis Seara dijo, por su parte, que Jácome estaba tratando de desviar la atención y criticó al PP por no sumarse a la reprobación: «Están mendigándolle poder entrar no seu goberno».

La licitación, paralizada otra vez

Durante el pleno, el alcalde se mostró confiado en poder resolver próximamente la licitación del servicio de transporte urbano para salir de la actual situación de precariedad contractual, pero fue antes de conocerse una nueva resolución que vuelve a paralizar cautelarmente el procedimiento. La medida del Tribunal de Contratación Pública de Galicia no afecta, en todo caso, al último plazo previsto para la presentación de ofertas, que termina el día 21 abril.

Arrancan los trámites para desahuciar a los gestores del bar del Xardín Xaponés

El Concello de Ourense inició hace meses los trámites para recuperar la concesión de la cafetería de titularidad municipal del Xardín Xaponés, junto a la Subdelegación del Gobierno. El problema vino derivado de la detención del adjudicatario en el marco de una operación policial contra una banda supuestamente dedicada a robos con fuerza. Cuando eso ocurrió, el hostelero cedió la gestión a un tercero, pero esa operación incumplía los pliegos de condiciones del contrato. Pasaron los meses y el BNG anunció hace unos días que en el pleno de este viernes preguntaría por este asunto. El alcalde respondió que este mismo jueves el Ayuntamiento notificó el desahucio, aunque advirtió de que este no se ejecutará de manera inmediata. «En la Administración nunca nada es para el día siguiente», dijo.

En la sesión plenaria se debatió una moción del PP que, como el mes pasado, reclama medidas urgentes ante el incremento de las denuncias vecinales por inseguridad en varios barrios de la ciudad. El resto de grupos optaron, todos ellos y de manera coordinada, por la abstención. Ourense es, según dijo el alcalde, «una de las ciudades más seguras de España». El PSOE, por su parte, defendió dos mociones, una con doble reivindicación —contra el cierre de la escuela infantil A Casiña y sobre el traslado de la actividad asistencial del centro de salud Nóvoa Santos— que fue apoyada por todos los grupos salvo por el PP, que se abstuvo. La otra iniciativa socialista pretendía un acuerdo para animar a los ourensanos a asistir a la manifestación de este domingo en Santiago en defensa de la sanidad pública. Solo el BNG se posicionó a favor. PP y DO votaron en contra. El gobierno municipal recordó que ese día se celebra en Ourense el san Lázaro y la quema de las madamitas.