
El cantante, que tiene raíces familiares en la provincia, se hizo con una propiedad con piscina y amplio jardín en el municipio ourensano de Piñor
05 jun 2025 . Actualizado a las 11:53 h.Julio Iglesias acaba de comprar una mansión en la provincia de Ourense. El cantante de fama internacional ha quedado prendado de una propiedad situada en el municipio de Piñor, situado a poco más de media hora de la ciudad de Ourense y en la comarca de O Carballiño.
Fuentes conocedoras de la operación confirmaron a La Voz la transacción inmobiliaria de una propiedad de grandes dimensiones que era del exalcalde de Ourense, Manuel Cabezas (PP). La vivienda cuenta con todos los lujos que demandan este tipo de celebridades, tanto en el interior de la propiedad como en el exterior.

La finca exterior tiene grandes jardines, un lago artificial en la zona frontal de la finca y una piscina en la que se están haciendo obras. Precisamente, fueron esos movimientos de trabajadores los primeros indicios que hicieron sospechar a los vecinos de Piñor que algo se estaba moviendo en la propiedad que tenía el exalcalde ourensano. El inmueble principal, de gran tamaño, se completa con una vivienda anexa y un amplio garaje.
El padre del cantante, Julio Iglesias Puga, mantuvo un fuerte vínculo con la provincia de Ourense donde nació y ahora su hijo ha sucumbido a la llamada de los orígenes. Julio Iglesias visitó en varias ocasiones la tierra paterna. En junio de 1970 dio un multitudinario concierto con motivo de las Fiestas de Ourense. Su pasión por la comunidad gallega quedó recogida en forma de canción tan solo un par de años más tarde esa visita con el tema Un canto a Galicia.

El último guiño a Galicia de Julio Iglesias podría llegar en un momento donde su salud ha levantado preocupación en su entorno. Sobre su estado de salud, en unas recientes declaraciones recogidas por la revista Hola el pasado mes de abril, el artista indicaba: «Estoy feliz aquí, en Bahamas, con mi mujer y acabo de nadar en la piscina como un pez al que le persigue un tiburón (...). De retirada, nada».