Un taquero mexicano ofrece sus recetas en O Carballiño

OURENSE

Milton Gallardo y Jorge, en el interior de La Chilanguita
Milton Gallardo y Jorge, en el interior de La Chilanguita L. M. R.

Milton Gallardo abrió La Chilanguita traslada su experiencia con las delicias de la cocina azteca

21 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Milton Gallardo (Ciudad de México, 1981) se inspiró en uno de los gentilicios que definen a los habitantes de esa metrópoli americana para ponerle nombre a su negocio culinario en O Carballiño. Taquería La Chilanguita abrió sus puertas el pasado invierno: «Comencé con los tamales, como los que hacía mi madre, porque en épocas de temperaturas más frías caen mejor, pero pronto me centré en los tacos y están teniendo buena acogida».

Este mexicano enamorado de las costumbres de cada pueblo se prendó enseguida de uno de los locales de la villa con mayor solera, en el número 12 de la rúa Ribeiro: «Me gustó mucho cuando lo vi y más al contarme que fue durante bastantes años el Bar Sobreira, muy conocido por toda la gente». Un inmueble donde la madera es protagonista, pequeño y con pocas mesas, al que Milton no tardó en darle la esencia de la cocina de su país: «Las piezas para el trompo donde preparo la carne del pastor me las envió mi padre a medida de las que usaba en México y un fontanero me ayudó aquí con las conexiones. Esa carne es la base de mi oferta en la taquería, acompañada con productos naturales, la mayoría elaborados aquí mismo por mí».

Todo al estilo que este taquero vocacional aprendió paso a paso, después de dejarse seducir por la comida que olía en la cocina de casa: «Yo aprendí el oficio de la soldadura en la herrería donde trabajaba mi padre, pero la comida de mi madre era muy rica y a mí eso me gustaba cada día más. Comencé a ayudar en una taquería cortando piña y cebolla y repartía la comida en una moto por la ciudad. Poco a poco comencé a preparar los adobos y terminé por convertirme en un taquero».

Con un contrato de trabajo se desplazó a España: «Pude ver como funcionaba aquí el negocio, me decidí a emprender algo y a traer conmigo a mi familia —esposa e hija—, para establecernos aquí». Cercano en el trato con los clientes y muy interesado en adaptarse a los gustos de cada visitante, Milton comenzó su aventura en Abelenda das Penas y Ribadavia, pero finalmente optó por asentarse en O Carballiño. El taco al pastor es el rey de su carta, junto a los burritos, quesadillas, gringas, volcanes, guaraches y parrilladas, a las que se están aficionando muchos de sus visitantes. Replicar el sabor inconfundible de las delicias del país azteca, con un experto manejo de la plancha y el trompo, tras años de experiencia, es su motivación al otro lado del Atlántico.