Puso grabadoras en casa de su novia y controló su ubicación a través de Google Maps para saber si tenía otra pareja

Sospechaba que su novia tenía una relación con otro hombre y no le importó burlar la ley para confirmarlo. Es lo que reconoció este jueves un acusado que se sentó en el banquillo de la sala de vistas del Juzgado de lo Penal dos de Ourense. Admitió que durante meses controló los movimientos de su pareja e incluso colocó dispositivos de grabación en su vivienda, escuchando sus conversaciones y vigilando en cada momento la ubicación en la que se encontraba. Llegó a amenazarla con publicar fotos íntimas suyas y durante un tiempo la acosó de tal manera que provocó en ella una situación de temor que la llevó a denunciar.

Ahora el caso queda zanjado judicialmente. El hombre que quiso coartar su libertad admitió haber cometido un delito de amenazas y otro de coacciones, por lo que tendrá que realizar 125 días de trabajos en beneficio de la comunidad. La condena, con la que el sospechoso se mostró conforme, establece además que durante tres años no pueda acercarse a la víctima o comunicar con ella.

Todo se remonta a principios del año 2023. El acusado, José M. S., era en aquel momento pareja sentimental de la víctima, a la que comenzó a espiar y vigilar sin su consentimiento ni autorización y «con ánimo de menoscabar su integridad moral». Así, a través de la aplicación Google Maps y la opción de compartir ubicación del móvil de la mujer, controlaba siempre el lugar en el que ella se encontraba. Además, colocó en su habitación una grabadora, ya que quería escuchar sus conversaciones. Así supo que ella se iba a ir de viaje y la llamó cuando ya estaba en el tren, amenazándola para que desistiera. También acudió a un balneario de A Coruña al saber que ella estaba allí con otra persona.

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