
El delegado de los árbitros de fútbol ourensanos celebró diez años al frente del colectivo con ascensos destacables
14 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Comité Técnico de Árbitros de Fútbol de Galicia tiene una delegación bien asentada en Ourense, donde Claudio Cerdeira Casas (Panamá, 1974) celebró ayer una década al frente del colectivo. El carballiñés recordó que ese era uno de sus principales objetivos, cuando asumió su responsabilidad aquel 13 de julio del 2015.
«El colegio vivía una situación un tanto convulsa, tras la destitución de Antonio Docabo. Eran varios los árbitros que no estaban de acuerdo y eso dificultó el trabajo de José Antonio Presas. A mí me propusieron dar el paso para buscar un consenso y, aunque aún estaba muy a gusto, después de pensármelo tres días y tres noches, me decidí a aceptar», rememora el delegado, que comenzó pitar en casa, en la liga local de sala, para colegiarse en fútbol y llegar hasta la Preferente. Después de otro paréntesis con el cuero pequeño, llegando a la Tercera Nacional, regresó al campo grande, antes de pasar al plano organizativo.
Al aceptar la batuta de la delegación, Claudio contó con dos colaboradores de confianza, Soledad Fernández y Jorge Vázquez. Después fue sumando a Óscar Sánchez y Óscar Sarria, porque «este es un trabajo de equipo», como defiende al incidir en la evolución del colectivo: «Cuando llegamos, se trataba de recuperar la sintonía entre todos los integrantes de la delegación. Al poco tiempo, un compañero como Bernardino González lideró también el comité gallego y ese fue otro impulso. La verdad es que han sido diez años en los que trabajamos de una forma muy cómoda, lógicamente bajo las directrices autonómicas, pero con libertad para todas nuestras iniciativas».
Así, de noventa árbitros escasos y problemas para convencer a algunos de que continuaran, se ha pasado en esta década al registro histórico más alto, con 133 colegiados en la pasada temporada. En el aspecto cualitativo, destaca el ascenso de Borja Cardoso a la Segunda Federación, donde también está Iago Del Pino como asistente, una especialización en la que Abraham Pérez Dapía se ha asentado en la Primera División del fútbol profesional.
Adrián González, hijo del citado Bernardino, alcanzará también el próximo curso la Tercera Federación, mientras que Hugo Alcázar asciende a la Preferente.
En el balompié femenino también ha brillado siempre la agrupación ourensana, con Zulema González en la Primera Federación, como la asistente Lorena Novas, en tanto que Selina Álvarez está en la Primera Federación (segundo nivel nacional).
Otro de los avances significativos es el destinado a apoyar la seguridad de los árbitros. Cerdeira resume: «Hemos mejorado mucho, aunque la violencia cero es una meta aún por conseguir, sobre todo en lo que se refiere a la violencia verbal, para lo que se implantó en Galicia un protocolo contempla la interrupción del partido. Esperamos que los clubes se impliquen cada vez más».
El delegado ourensano concluyó recalcando que se siente árbitro y —junto a su equipo— intenta coordinar todas las herramientas para que los jóvenes se puedan formar adecuadamente. A los interesados los anima a que prueben con el arbitraje: «Ahora además pueden alternarlo con la práctica del fútbol federado».