Los arquitectos de Ourense y Pontevedra reivindican su papel en la recuperación del patrimonio y la transformación de entornos degradados

Miguel R. Villar OURENSE

OURENSE

Anselmo Villanueva, Enma Noriega y Manuel Martínez en la delegación ourensana del Colegio de Arquitectos
Anselmo Villanueva, Enma Noriega y Manuel Martínez en la delegación ourensana del Colegio de Arquitectos Cedida

Las delegaciones del sur de Galicia del colegio profesional presentaron una nueva edición de los Premios Gran de Area, que cumple 25 años

16 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

A lo largo de 25 años de trayectoria, los Premios Gran de Area se han convertido en un referente para la profesión en Galicia. Lo que comenzó como una iniciativa en Vigo, ha evolucionado hacia una cita consolidada en la que participan también las delegaciones del Colegio Oficial de Arquitectos en Ourense y Pontevedra.

Emma Noriega, presidenta de la delegación ourensana, destacó ayer que estos premios nacieron con la vocación de reconocer proyectos arquitectónicos con un carácter singular, alejados del formato tradicional de galardones: «No hay categorías, ni límites de obras ni franjas temporales. Aquí tienen cabida tanto grandes proyectos como pequeñas intervenciones que aportan valor a la arquitectura». Una filosofía que ha favorecido la alta participación y la diversidad de propuestas, con una media anual de entre setenta y ochenta candidaturas.

Según Manuel Martínez Carazo, arquitecto con una sólida trayectoria, estos premios son el reflejo de una profesión comprometida con el territorio: «La arquitectura tiene la capacidad de regenerar, transformar y acercarnos al mundo en el que soñamos vivir. Aquí confluyen tradición, investigación y nuevas tecnologías». El representante de los arquitectos en Vigo reivindica también el valor de apostar por profesionales cualificados. «Tener un buen proyecto marca la diferencia», apuntó Martínez Carazo.

El presidente de los arquitectos en Pontevedra, Anselmo Villanueva, anunció que el plazo de presentación de candidaturas finaliza el próximo 25 de septiembre. Las obras deben situarse en las provincias de Ourense y Pontevedra. Podrán ser presentadas tanto si están ejecutadas como si no, siempre que ofrezcan un aporte arquitectónico singular en aspectos como innovación, bajo coste o integración con el entorno.

Además de su valor artístico y técnico, la arquitectura gallega destaca por su vocación rehabilitadora. «Los arquitectos gallegos somos expertos en recuperación del patrimonio y en transformar entornos degradados en espacios habitables y valiosos», afirma Noriega. Sin embargo, lamentó que aún hoy la dimensión técnica de la profesión quede eclipsada por la esfera política. En esta línea, Manuel Martínez recordó también cómo, tras la crisis del 2008, la profesión fue injustamente señalada, aunque confía en que el prestigio del arquitecto se está recuperando progresivamente. «Premios como estos ayudan a visibilizar el trabajo que se está haciendo con enorme calidad en Galicia», concluyó.