
La Praza Maior acogió una concentración en protesta por la oleada de fuegos
15 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La ola de incendios que asola la provincia de Ourense ha dejado un reguero de indignación, pero también de solidaridad. Vecinos luchando con sus manos contra el fuego y ofreciendo comidas a brigadistas y efectivos contra el fuego son imágenes que quedarán de esta tragedia ambiental. El apoyo también ha llegado desde fuera. Toda ayuda es poca y por eso se trasladó desde Madrid hasta la provincia un equipo de la organización World Central Kitchen, fundada por el chef José Andrés. Dos camiones recorrieron las zonas más afectadas por el fuego para repartir cientos de «kits» de cena a los equipos de extinción y a las personas evacuadas. Hasta para esta entidad, que actuó en zonas tan complejas como Gaza o en Valencia por la dana, fue complicado asistir a los afectados: «Los incendios están muy dispersos y los medios en zonas de muy difícil acceso así que actuamos más en remoto».
Por otro lado, la Praza Maior de Ourense congregó a más de un centenar de personas que se manifestaron ante las devastadoras consecuencias medioambientales que están provocando los fuegos en toda la provincia. Los asistentes guardaron un minuto de silencio por el bombero fallecido en León mientras trabajaba, como muestra de apoyo a todos los efectivos que luchan contra las llamas que calcinan los montes de Ourense. Reclamaron acciones inmediatas en las zonas quemadas para que la erosión del terreno no condicione su recuperación, así como también la declaración de zona catastrófica de las áreas afectadas por las llamas. Finalmente agradecieron el trabajo de bomberos y brigadistas que luchan para poner fin a los incendios que asolan la provincia.
También se posicionó sobre lo ocurrido la asociación de Jóvenes Empresarios de Ourense (AJE Ourense) ha emitido un llamamiento urgente a las autoridades para que soliciten refuerzos ante los incendios que, desde hace días, afectan gravemente a la provincia. La organización alerta de que los medios disponibles son insuficientes para detener el avance de las llamas, que ya han destruido bosques, cubierto ríos de ceniza y puesto en riesgo la biodiversidad local.